Guía solidaria: ¿qué podés dar en estas fiestas?

Que Argentina es un país solidario es vox populi. Pero para vivir en carne propia el eslogan, el fin de año es la ocasión perfecta. Porque ese clima de alegría y generosidad que traen las fiestas despierta aun más la conciencia de conectarnos con quienes nos rodean, acompañarnos e interesarnos por el que no está tan bien y así dar una mano. Esta temporada, dar no es equivalente a donar: acompañar al que está solo tiene el valor enorme de lo que no se compra con dinero.

Casi todas las parroquias de los barrios, las ONG o los centros comunitarios tienen algún tipo de actividad programada para las noches de Nochebuena y Año Nuevo, pero conviene saber que no alcanza con solo ir ese día. Como es mucha la gente que quiere ayudar, conviene anotarse con anticipación y organizarse. Acá, algunas ideas para solidarizarte en cuerpo y alma.

Para las fiestas, los voluntarios concentran sus esfuerzos en una fábrica de juguetes y una panadería. En la fábrica de juguetes, y gracias a donaciones de empresas o particulares, preparan rompecabezas de madera que después pintan o títeres y muñecos. En la panadería se prepara la comida que se repartirá a la gente en situación de calle los días 24 y 31 de diciembre.

Para participar en los talleres, tenés que inscribirte en talleristas@fundacionsi.org.ar. La primera semana de diciembre hay una reunión para preparar a los voluntarios. Dónde: en Carranza 1962, entre Costa Rica y Nicaragua. Tel.: 4775-6159.

Para las fiestas, Manos Abiertas programa acciones de recaudación de fondos y de alimentos. A través de su página, se pueden donar productos para las cajas o la suma de $500 por única vez, que es el valor de una caja. También podés alcanzar la caja armada a una de las delegaciones directamente. Además, el 25 de diciembre hacen una acción puntual en hospitales para alcanzar a las familias de los internados cajas con productos navideños y de higiene. Dónde: en Av. Córdoba 1352, piso 7. Tel.: 0810-122-0224.

Las cajas navideñas de Techo se venden en todos los supermercados Disco o Jumbo del país. Contienen una selección de productos navideños y están diseñadas por la artista Verónica Gatti. En Techo dicen que regalar una de estas cajas es regalar oportunidades, porque los fondos recaudados se destinan al trabajo en asentamientos. En 2016 se vendieron 24.131 cajas, que recaudaron casi un millón de pesos. Tel.: 5218-0861.

La campaña de Navidad de Cáritas recibe donaciones de dinero a través de un cupón en su página que garantiza seguridad de datos y total confidencialidad. Cáritas cuenta con 66 diócesis en el país: podés buscar la que está más cerca de tu casa y llevar personalmente una caja navideña cuyo contenido se detalla en la página.

La actividad que propone este grupo es armar una caja de Nochebuena y hacérsela llegar a una familia que lo necesite para compartir el ritual de una cena de amor. El interesado hace clic en un link de la página y le llegan los datos de la familia destinataria: nombres, edades y situación particular de sus integrantes (todos los datos, tanto de los donantes como de las familias, son confidenciales). Las cajas deben incluir los alimentos detallados en la página; además, se sugiere que estén decoradas y que incluyan cartas con mensajes de amor personalizados.

El 17 de diciembre, en Costa Salguero, se juntan las cajas de los donantes y se distribuyen en los camiones repartidores. Para este día también se necesitan voluntarios: hay un link para anotarte en los horarios en que estés disponible.

Si querés comprar un pan dulce y, de paso, ayudar a buenas obras, seguí esta lista:

El otro día, alguien me dijo: “¡Qué larga es la Navidad!”. Y me quedé pensando que de verdad se siente así porque, por suerte, en Argentina la cultura solidaria se ha extendido mucho más allá de la temporada de las fiestas. Cuando yo empecé en esto, dedicarse a la acción social era algo medio raro; hoy, cada vez son más las instituciones que ofrecen programas para involucrarse directamente en la situación de los que menos tienen.

La Navidad exacerba la sensibilidad: alrededor de octubre se abre una ventana que va hasta Reyes en la que las personas están más predispuestas a observar la situación del otro.

Pero hay una pobreza que no es tan evidente. La soledad. Y entonces aparecen grupos en iglesias, templos o parroquias que organizan actividades para conectar a las personas. Se trata de mirarse a los ojos, de abrazarse, de acompañarse. Si uno puede salir a buscar al que está solo, que tenga la certeza de que los dos van a ganar en ese abrazo. De esto se trata la nueva cultura solidaria.