Harto de elfos y hobbits
El niño que interpretó a Frodo Bolsón en El señor de los anillos creció. Ahora fuma, se dejó la barba, dice malas palabras y escucha a Queens of the Stone Age
NUEVA YORK (El País).- Nadie tiene los huevos (sic) de proponerme más películas fantásticas." No es que sea obligatorio que Elijah Wood hable como un hobbit, pero las malas palabras sorprenden en una boca tan angelical. Probablemente por eso lo hace, por el contraste. Y para demostrar que, con 21 años y un largo pasado de niño actor, el protagonista de El señor de los anillos ya aspira a personajes de adulto. O al menos de adolescente maduro. Wood lleva mucho tiempo en esta profesión, pero ha conseguido mantener una agradable normalidad, la mejor defensa para sobrellevar su nueva fama ahora que se estrena Las dos torres , la segunda parte de El señor de los anillos .
Hace un año, Elijah -se pronuncia Elaisha- Wood estaba preocupado. Nadie en el negocio del cine sabía muy bien cómo saldría la loca apuesta de trasladar a la pantalla la compleja mitología épica de J. R. R. Tolkien, con actores reales, retocados con millones de efectos digitales. El acababa de invertir un año y medio de su joven carrera en un interminable rodaje en Nueva Zelanda, esperando suavizar su transición de estrella infantil a actor serio. Todo parecía apuntar al éxito, pero se han visto peores fracasos.
Hoy, Elijah es un actor tranquilo. El éxito de La comunidad del anillo y las buenas críticas por su encarnación de Frodo Bolsón lo han cambiado. Se ha dejado barba, en realidad unos pelitos insignificantes que apenas le cubren el mentón, y fuma cigarrillos perfumados que apestan la habitación del hotel de Nueva York, donde se celebra la entrevista. Ahora ya puede afirmar que está "contento". "Cuando vuelvo a ver las películas creo que lo he llevado en la dirección adecuada."
Aunque comenzó como modelo, tras mudarse a Los Angeles su carrera fue muy rápida. "Creo recordar que sabía lo que hacía cuando tenía ocho años. Que tenía que interpretar un papel y que ese papel no era yo, sino otra persona. Se esperaba de mí que fuera un profesional, que me comportara como un adulto, que estuviera concentrado. Una labor que te hace crecer y madurar mucho más rápido." Durante ese tiempo Wood no fue a la escuela, tenía un tutor privado y no vio mucho a su padre, que se volvió a Iowa. No le importa hablar del tema. "Me crió mi madre", admite sin vueltas.
Así se fue produciendo un desfase: "Durante mucho tiempo me sentí más viejo de lo que aparentaba. Ahora ya tengo la sensación de que mi aspecto es más acorde con mi edad mental, pero me han seguido ofreciendo papeles de joven".
Lo extraño de crecer ante las cámaras es que las experiencias en pantalla a veces preceden a las personales. En Teh Ice Sthorm, de Ang Lee, un retrato del profundo aburrimiento de una cierta clase media estadounidense en los años sesenta, tuvo que compartir una secuencia algo tórrida con Cristina Ricci (aunque parezca mentira, sólo un año mayor que él). Debían besarse en el fondo de una piscina vacía y luego hacer manitas en un sótano. "Fue bastante raro", confesaba Wood a la revista Rolling Stone recordando que su madre, como siempre, asistía al rodaje.
Su próxima película por estrenar, antes del El retorno del rey (la última parte de la trilogía), es Try seventeen , una comedia adolescente con la actriz alemana Franka Potente ( Corre Lola corre ). Los rumores y cotilleos les han achacado un romance que ambos han desmentido. "La admiro mucho como actriz, nada más", aseguraba Wood a la prensa el pasado octubre. Las miles de fans que consultan las decenas de páginas web dedicadas al actor saben poco sobre su vida privada. Wood es discreto. Contó a Rolling Stone que su primer amor se llamaba Sarah y que es "terriblemente romántico".
La celebridad no parece haberle alterado la existencia. "Cuando voy por la calle la gente me presta más atención. pero puedo llevar una vida normal". Al fin y al cabo, no ha tenido un éxito repentino. "En Hollywood hay mucho de pose. Es importante alejarse de eso lo más posible. El mundo de los actores infantiles es despiadado. Si no tienes una base personal sólida no aguantas."
La fama tiene cosas buenas. "Lo más agradable y lo más inesperado ha sido poder conocer a mis músicos favoritos, como los Smashing Pumpkins o Elvis Costello. Fui a verlos entre bastidores. Sobre todo porque no vas como un fan raro, sino que ellos te conocen y tú también a ellos. Es todo muy normal. En otra ocasión mencioné a un grupo de Alabama llamado Rabena. Se enteraron y me llamaron. Fue genial."
La música, confirma Wood, es su pasión. De su boca salen nombres como Radiohead, Belle & Sebastian o The BMX bandits. "Empecé oyendo a los Beatles y a Smashing Pumpkins. Me gusta todo, sobre todo lo alternativo." Saca de la mochila Vespertine , de Björk. "Tengo una guitarra, pero toco mal. No practico bastante. A veces me planteo montar una banda... El grupo que más escucho últimamente es Queens of the Stone Age. Son innovadores y atrevidos. Por fin algo de calidad en MTV."
Elijah Wood
- Nació el 28 de enero de 1981 en Cedar Rapids (Iowa), donde sus padres tenían un comercio. Era un niño hiperactivo y su madre, para tranquilizarlo, lo inscribió en una agencia de modelos infantiles. Comenzó a aparecer en comerciales locales hasta que un director de reparto de California le preguntó: “¿Tú quieres ser actor?”. Elijah dijo que sí. Tenía ocho años.
- De la noche a la mañana dejó Iowa y se instaló en Los Angeles. Unas semanas después, se estrenaba ante las cámaras en un video de Paula Abdul que dirigió David Fincher. Para cuando llegó a El señor de los anillos ya había actuado en 22 largometrajes.
lanacionar