Improvisaron todo el año, pero la fiesta está ensayada
Festejar por el año que pasó sin tener en mente que en realidad lo que se festeja es la llegada de uno nuevo, repleto de flamantes oportunidades, es raro, sobre todo en este país y en estos tiempos aciagos. Pero para el elenco de improvisadores profesionales que forman Sucesos Argentinos, aunque suene extraño, el 2001 fue un buen año, un muy buen año.
Cumplieron seis temporadas arriba de un escenario improvisando al ritmo de las ideas descabelladas de su público -a esta altura es mejor llamarlo seguidores-; fueron invitados a Perú, país donde el arte de la improvisación está apenas aferrado a un chupete, a dictar seminarios, a actuar -lo hicieron frente a 3500 personas- y a crear un elenco de peruanos improvisadores -que no es lo mismo que improvisados-. En estas tierras, sus pichones (ex alumnos) de Proyecto Impro -ahora con vuelo propio- han crecido en audiencia y supieron captar al público que años ha tenía los Sucesos... El tiempo pasó y los chicos crecieron y ahora convocan a un público más acorde a su edad, los felices 30. No todo termina aquí.
También está el preestreno de Mojiganga , un nuevo espectáculo de improvisaciones, pero de largo aliento ya que acá lo que tienen que enfrentar -con la idea eje que tira en una palabra alguien desde la platea- es una obra completa, en dos actos. Mojiganga no es un producto ciento por ciento Sucesos, pero casi, ya que el director y uno de los actores es Marcelo Savignone, uno de los históricos del grupo. Suceso Anplagued (sic) es otro producto de la serie 2001, en el que cada jueves presentaban a un actor invitado que se animaba con una técnica que no es nada fácil de manejar -estuvieron Roly Serrano, Pablo Cedrón, Florencia Peña, Soledad Villamil, Federico Olivera y Marcelo Mazarello, entre otros-.
Además, la fiesta que preparan para mañana sábado (música, dancing, tragos, la banda Cacuara and the Biutiful (sic) -especialistas en improvisar letra al instante- grafica un corte y un recomenzar con nuevos estilos, nuevas propuestas.
"Estamos trabajando sobre un cambio radical de imagen. Son seis años de trabajo y necesitamos hacer una relectura sobre lo que hacemos para darle algo verdaderamente nuevo a nuestros seguidores", resumen casi a coro Romina Coccio y Marcelo Savignone.
Ellos, al igual que el resto de sus compañeros -Gustavo Lista, Karina K. y Bernardo Sabbioni- son actores con formación clásica (el grupo también lo integra el músico Víctor Malagrino) que se vieron seducidos por "una manifestación teatral muy viva, que despierta pasión entre la gente", define Savignone.
Aunque la mayoría tiene proyectos paralelos que los vincula con la actuación, alejados de la improvisación, siguen rescatando esta modalidad por el permanente desafío que representa. "Cada función es única, nos pasamos toda la noche buscando cinco minutos maravillosos y cuando los encontramos sabemos que se van y que no vuelven más... y cada noche recomienza esa búsqueda", se entusiasma Coccio.
La espontaneidad corre peligro de anquilosamiento y lo que para algunos espectadores es frescura en estado puro para otros -más expertos- puede ser un as en la manga. Para evitar esos trucos que los actores ya saben que dan resultado, el elenco a pleno se enfrenta a diario con talleres y cursos varios (máscara negra, mimoteatro, trabajo vocal, entre otros), que les brindan nuevas herramientas para refrescar el trabajo. Por lo pronto, mañana, el refresco va a estar en la fiesta, que -como no podía ser de otra manera- promete ser un suceso.
Ultimas funciones: hoy y mañana, a las 23. Teatro Belisario, Av. Corrientes 1624, Entrada, $ 6.
Fiesta: mañana, a la 1. Humahuaca 3549. Entrada $ 3.