¿Quiénes son?
Alejandra Vélez es nutricionista y Cristian Codoni es licencitado en Marketing.
¿Qué hicieron?
Desarrollaron Squalus, las primeras cervezas reducidas en calorías, proteicas, energizantes y pensadas para deportistas de Argentina.
¿Cómo lo hicieron?
Cristian es un vendedor nato. Se desarrolló en el ambiente comercial primero vendiendo seguros puerta a puerta con su maletín de cuero gastado, supo ser empleado de delivery a domicilio y tiempo atrás asumió su frustración como chef. Finalmente aterrizó en el mundo corporativo de las ventas. Hoy no sabe, o no recuerda bien, por qué un día decidió instalar en el fondo de su casa de Del Viso, en la provincia de Buenos Aires, una pequeña fábrica de cerveza artesanal. La hipótesis más cercana es que lleva en sus venas sangre austríaca, región donde se produce una de las mejores cervezas del mundo, porque su tatarabuelo fue primer ministro de Austria.
Lo que sí recuerda es que todo comenzó en las noches de 2014 cuando se encerraba en el galpón del fondo de su casa para hacer cerveza artesanal y luego ubicarla entre sus amigos. Un día le pidieron que llevara su producción a un bar y, al tiempo, le llegó el pedido de un food truck. Así que decidió ponerle una marca y habilitar su pequeña fábrica. "Hasta acá fue mi pasión por la cerveza y la producción artesanal. Pero Alejandra, mi esposa, le agregó la innovación: es nutricionista y se preguntó por qué no había cerveza para los deportistas, o al menos con propiedades proteicas", explica Cristian.
Así comenzó el periplo de la pareja (por las noches, luego de acostar a sus hijos) de entre siete y ocho meses de investigación y pruebas con nuevos tipos de cervezas. "Lo que nos propusimos fue producir una cerveza que mantenga los atributos de una cerveza tradicional sin alcohol, pero con proteínas, vitaminas y algunos componentes que ayuden a quemar grasas, es decir que convoque al consumidor deportista", agrega Cristian.
La llamaron Squalus y sumaron una versión energizante con cafeína y guaraná: el denominador común de los dos productos es que son reducidas en calorías y en su gasificación. Debido a la complejidad de estos productos, llevaron muestras de las cervezas a la A.N.M.A.T., para contar con aval oficial para su venta, trámite que ya está aprobado y que solo restan unas cuestiones burocráticas para el sello definitivo.
Nos propusimos producir una cerveza que mantenga los atributos de la sin alcohol, pero con proteínas, vitaminas y algunos componentes que ayuden a quemar grasas.
En la actualidad, su fábrica de cerveza artesanal alcanza una producción de 1.500 litros mensuales con todas sus variantes y puede escalar casi al doble antes de pasarse a una nueva planta. "Con las cervezas proteicas y energizantes apostamos a la distribución en gimnasios y en algunos puntos de venta frecuentados por deportistas. Confiamos mucho en el producto porque creamos una nueva categoría que puede desarrollar todo un nuevo mercado: sabemos que la cerveza proteica es la primera en América y la versión energizante es pionera en el mundo", concluye Cristian.
Temas
Más leídas de Lifestyle
Un submarino "portaaviones". Cómo fue el único bombardeo sobre el territorio continental de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial
Higiene bucal. Qué significa tener la lengua blanca y las formas para solucionarlo
Para sumar a la dieta. Las siete especias que ayudan a perder peso, mejoran la digestión y regulan el colesterol