Juntos por un amiguito
Con su baterista enyesado, Carajo transformó su repertorio en versiones sorprendentes. Lo presenta hoy en el ND Ateneo
En el horizonte aparecía una gira latinoamericana y un Obras al palo. Pero una bicicleta y la impiedad del asfalto frustró todo: Andrés Vilanova aterrizó bruscamente desde su rodado. El brazo izquierdo del baterista quedó enfundado en un yeso y los planes de Carajo sufrieron un giro inesperado. Rápidamente, el power trío también conformado por Corvata y Tery vislumbró una salida elegante para paliar el tiempo de recuperación de su compañero. "Electrorrotoacustizado 2.1" se titula la aventura que los Carajo desarrollarán hoy en doble función en el ND Ateneo, en la que Andrés se las arreglará (y a juzgar por los ensayos se descuenta que sin inconvenientes) para manejar la batería con un solo brazo.
"Nunca pensamos en algo grande con este tipo de formato. Alguna vez habíamos sampleado un teclado. Pero ahora vamos a tener todo en escena: percusión, caños, sampler, teclados, un DJ. Esta bueno. Es la primera vez que sobrepasamos el trío. Lógicamente, tuvimos que bajar muchos cambios", dice Tery, el guitarrista, en la sala de ensayo propiedad de Botafogo, el celebérrimo papá de Andrés.
Reversiones cool, bossa nova, intimistas -y no tanto- de sus temas (imperdible la exquisita remake de "De frente al mar") compondrán el repertorio para el que convocaron a la percusionista Andrea Alvarez, la sección de vientos de Rey Gurú y el DJ de Yicos, entre otros invitados.
"Una vez que pasen estos shows nos va a dar una gran ansiedad por tocar al palo también. Pero cuando miremos para atrás va a haber significado un escalón más en nuestra carrera. En el futuro sabremos con qué podemos contar", afirma Corvata.
Para Teri, la reacción de los seguidores del grupo es una incógnita: "Hay pocas bandas que cambian. Esto por ahí lo hace Divididos, aunque sus canciones son más adaptables. No sé cómo responderá la gente; ellos saben que a veces metemos algunas cosas raras. Pero creo que esta vez será una sorpresa hasta para nosotros mismos. Es todo un desafío."
Carajo toma esta experiencia también como una buena excusa para poner en práctica toda la música que pasa por sus oídos, que no sólo reciben acordes distorsionados. João Gilberto, The Police o St. Germain conviven en los gustos del power trío que, por accidente -literalmente-, bajará varios cambios para subir a escena con una propuesta más que novedosa.
Por alguna razón, cada nuevo álbum de Garbage no alcanza a cubrir las expectativas que previamente despierta. "2.0" y "Beautiful Garbage" mostraron, en algunos pasajes, que la fórmula señores de negro (Erikson, Marker y Vig) más chica al rojo vivo (Shirley Manson) constituía un interesante contrapunto, pero ambos discos no llegaron) más chica al rojo vivo (Shirley Manson) constituía un interesante contrap a la contundencia. Aquí, en "Bleed Like Me", el sabor agridulce no está dado ni por el sonido de la banda ni por sus canciones, y mucho menos por su despliegue (impactante). La sensación del disco más maduro del grupo pasa por la intención: concebido para el brillo de su vocalista, Shirley luce más sensual que nunca, pero se aleja peligrosamente de sus com.