De paso por Buenos Aires para promocionar su nueva serie de Netflix, The Ranch, el actor cree que la misión del cine y la TV es representar las voces que no tienen otra manera de trascender. Ferviente usuario de Twitter, lo define como “un hermoso agente de transparencia del mundo”
Se escuchan gritos desesperados que provienen de la calle frente al Four Seasons de Buenos Aires. Son varias las voces que gritan al unísono y suenan bastante agudas, así que vale adivinar que hay una mayoría femenina entre esa multitud. En el pasillo del hotel todos sonríen porque conocen el motivo de los gritos. No hay ningún asesino serial de película de terror suelto ni está ocurriendo un desastre natural. Lo que pasa es que Ashton Kutcher está acá, en Buenos Aires, apenas unos pisos más arriba que sus fans, que aguardan en la calle la posibilidad de verlo y sacarse una foto con él.
"¿Saben lo que pasó? –dice, en inglés, una publicista que sale de la habitación en la que está el actor–. Ashton abrió la ventana y lo vieron los fans que están afuera."
Cuando La Nación revista entra en la suite de Kutcher para realizar la entrevista, los gritos que suben desde la calle mutan a un cantito: ¡Ash-ton! ¡Ash-ton! El actor, vestido de impecable traje azul, sonríe ante la situación y admite que nunca se va a acostumbrar a provocar ese efecto en la gente.
"Tenés que bloquear esto de la realidad –explica Kutcher–. En nuestra serie The Ranch tenemos un equipo de más de 300 personas que trabajan intensamente todos los días para hacer este producto. Danny Masterson, Sam Elliott, Debra Winger y yo somos como el frente de esa banda. Cuando mirás para afuera y ves 300 personas ahí, es como si hubiera una por cada uno de los que trabajan en el equipo. Así que es nuestra responsabilidad compartir esa energía del público con el equipo. El minuto en el que te apropiás de eso como si fuera tuyo es el momento en el que empezás a delirar sobre vos mismo."
Como buen actor profesional, con vasta experiencia en cine y televisión, Ashton sabe aprovechar las entrevistas para hablar de su trabajo y crear expectativa en el público. Esta vez se trata de The Ranch, que acaba de estrenarse en Netflix y cuya promoción es el motivo que lo trajo a la Argentina, junto a otras figuras de la programación original de la plataforma de streaming.
La serie, que también produce, marca su regreso a una sitcom tradicional, género en el que comenzó su carrera como actor. Su debut televisivo fue en 1998, cuando Kutcher, que hasta entonces era modelo para marcas como Abercrombie & Fitch y Calvin Klein, se incorporó al elenco de That 70’s Show para interpretar a Michael Kelso, un adolescente muy simpático pero con pocas luces. En esta comedia ambientada en los años 70, el actor compartió elenco con Danny Masterson, que ahora encarna a su hermano en The Ranch, y con Mila Kunis, con quien se casó el año último y tiene una hija.
La exposición que le dio la exitosa serie le permitió hacer el salto al cine. Repitió un perfil adolescente en la película Dude, ¿dónde está mi auto? y se hizo aún más famoso en todo el mundo. Luego siguió su carrera en el cine con varias comedias con más o menos romance, como Recién casados, junto con Brittany Murphy; Muy parecido al amor; Locura de amor en Las Vegas, con Cameron Díaz; Día de los enamorados, y Amigos con derechos, junto con Natalie Portman, entre otras. Con un perfil más serio actuó en dramas como El efecto mariposa; Guardianes de altamar y la biopic Jobs.
En la vida real, Kutcher no se parece en nada a Kelso; tampoco al bromista pesado del reality que él mismo creó para MTV, Punk'd; ni siquiera a su personaje en Two and a Half Men, la comedia televisiva en la que reemplazó a Charlie Sheen. Durante la entrevista, el actor de 38 años se mostró serio y reflexivo, muchas veces al borde del eslogan, casi como si fuera candidato a algo.
¿Cómo hacés para mantenerte centrado?
Tenés que trabajar con tu mejor amigo, el que no tiene miedo de decirte lo que realmente piensa y te pone en tu lugar. Necesitás tener a tu alrededor a gente que te obligue a mantener los pies sobre la tierra. También hay que mirar los problemas enormes que hay en el mundo y ver el gran trabajo que todos tenemos por delante. Danny Masterson, a quien conozco desde los 19 años y con quien tengo la posibilidad de ir a trabajar todos los días, es una de esas personas que nunca tuvo miedo de ubicarme en mi lugar. Eso ayuda mucho.
¿Vas a convocar a otros miembros del elenco de That 70’s Show para la serie?
Esta serie es sobre la relación entre hijos adultos y sus padres, sobre una familia de un pueblito que intenta mantener su pequeño negocio a flote, en un mundo en el que los grandes conglomerados se comen a los negocios familiares; es sobre gente que intenta sobrevivir como en el pasado en un momento en que los tiempos están cambiando. Si alguno de los actores con los que trabajamos antes encaja para algún papel, sería la primera persona a la que llamaríamos. Porque en la serie intentamos trabajar con gente que queremos y, al mismo tiempo, hacer algo importante socialmente, en un momento en el que la percepción de la clase media que vive en la parte central de los Estados Unidos es la de que son extremistas de derecha; y eso no es verdad. Puede ser que haya facciones de los norteamericanos conservadores que estén alineados detrás de gente con puntos de vista extremistas, pero sólo lo hacen porque están contrariados con el estancamiento de nuestro sistema de gobierno y no porque compartan la perspectiva de personas que están propagando el miedo para su propio beneficio.
¿Te parece que esa gente está de alguna manera descuidada y ninguneada?
Creo que no están representados adecuadamente. Una de las cosas que siempre hizo el espectáculo es representar la verdad, la autenticidad y la emoción en forma de historias que comparten la ética de personas que no están reproducidas en esos medios que aman explotar el impacto del extremismo e impulsan eso como si fuera la verdad. Fijate que uno de los mayores aportes al movimiento a favor de los derechos LGTB fueron las historias que se contaron en cine y televisión que los mostraban como personas. Uno de los mayores aportes al movimiento proafroamericano en los Estados Unidos fueron series y películas que mostraban a los afroamericanos como gente con sentimientos y deseos. Cuando la gente está siendo mal representada es un deber del cine y las series humanizarlos. Si nuestros personajes en The Ranch están luchando para sobrevivir y llevan a inmigrantes a trabajar con ellos en la granja, me parece que la verdadera ética de esta gente va a estar mejor representada en nuestra serie que en los medios.
Pensando en este problema de representación, ¿creés que hay demasiado énfasis en los medios de comunicación en seguir las vidas cotidianas de las celebridades? Cuando salen fotos tuyas, por ejemplo, yendo a comprar un café, ¿cómo te sentís con respecto a eso?
No puedo juzgarlo. Los medios tienen un producto que vender e intentan hacer algo que la gente quiera consumir. Ese es su trabajo. La noción de la libertad de prensa tiene que ver con educar a la gente y que tengan la libertad de representar una posición poco popular públicamente sin ser censurados. Creo que algunos se tomaron ciertas libertades con ese concepto. ¿Me gusta que mis momentos privados personales sean expuestos? Si estoy comprando café, no me importa. Si estoy jugando con mi hija en la plaza, prefiero que eso no se convierta en algo público, porque hay riesgos de seguridad que hay que tener en cuenta. Pero no puedo juzgarlo. En mi vida aprendí que quejarse no cambia nada; la única forma de cambiar las cosas es cambiándolas. Prefiero ser un agente de cambio y no de quejas.
A pesar de predicar esta perspectiva bastante benévola sobre el acoso de los paparazzi, Ashton explicó hace poco en el programa de Ellen DeGeneres lo complicado que fue mantener su casamiento con Mila Kunis en secreto. El actor contó que ambos no querían que helicópteros ávidos de imágenes de la famosa pareja sobrevolaran la ceremonia y arruinaran el momento de intercambio de los votos matrimoniales. El secreto duró bastante tiempo, ya que si bien se supo que se habían casado, ni él ni la actriz lo habían confirmado públicamente hasta ahora. El nacimiento de su hija, Wyatt Isabelle, también fue protegido por el silencio de la pareja. El matrimonio del actor con Demi Moore, que duró desde 2005 hasta 2011, fue seguido muy de cerca por los medios. Es lógico que ahora Kutcher quiera preservar a su joven familia del circo mediático que rodea a quienes viven y trabajan en Hollywood.
Estás muy involucrado en las redes sociales; fuiste la primera persona en tener un millón de seguidores en Twitter, ¿te parece que las redes sociales te dan una oportunidad para conectarte con la gente en tus propios términos?
Hasta cierto punto, sí. Creo que es un formato en el que podés compartir ideas libremente y representar al interés público. Aporta un buen efecto de equilibrio frente a los esfuerzos verticalistas monopólicos. Siempre que tengas una herramienta que elimina fricciones van a haber personas que quieran abusar de esa herramienta. Así que mientras algunos desean usarla para hacer el bien, otros la usan para sus intereses personales. Hay muchos que buscan el efecto de la fama, pero no quieren tener que hacer el trabajo que implica crear cosas originales que sirvan para el bien público. Más allá de todo esto, creo que es un hermoso agente de transparencia para el mundo.
Kutcher aprovechó el dinero que ganó como actor y productor y se volcó también a los negocios tecnológicos. En 2011 fundó con Ron Burkle y Guy Oseary un fondo de inversión en empresas start up. Entre sus inversiones más exitosas se encuentran Airbnb, Spotify, Uber, Shazam y Foursquare. Además, en 2013, fue contratado por Lenovo como ingeniero de producto.
¿Cómo elegís en qué invertir? Parece que tenés un buen ojo.
Elijo algunas cosas en las que invierto, pero otras simplemente se convierten en una elección obvia. Mucha gente tiende a confiar en su intuición más que en los datos. Yo creo en la información y la ciencia. Esa es una de las razones por las que quise hacer esta serie en Netflix, porque es una plataforma que se maneja con datos. Recolecta más información y la organiza mejor que cualquier otra plataforma de distribución del mundo y tiene la capacidad de enviar un mensaje a un público que está dispuesto a recibirlo. Es difícil discutir eso. Ese es mi foco e intento trabajar con gente que piensa cómo crear algo que sea bueno para ellos mismos, para el otro y que aporte al bien común. Si cumple con esas tres características, es algo que se debería hacer. Intento trabajar con ese tipo de personas y ayudarlos a tener éxito.
¿Cuál te parece que es tu aporte al mundo?
Con esta serie en particular creo que estamos ofreciendo otra perspectiva sobre los norteamericanos conservadores, los valores familiares y de pueblos chicos. Me parece que siempre se los toma como un chiste. La gente está ansiosa por encontrar qué es lo que nos hace diferentes y yo estoy muy deseoso de encontrar qué es lo que nos hace iguales. Busco conectar a la gente con la naturaleza humana que es similar en todos nosotros. Mi sueño y objetivo es que algún día los derechos inalienables de las personas incluyan la felicidad.
¿Y vos sos feliz?
Soy abrumadoramente feliz. Estoy castigado con tantas cosas buenas cada día que mi decisión diaria es pensar: "¿Con qué cosa maravillosa voy a interactuar hoy?"
¿Qué es lo que te hace ser feliz?
La familia; ayudar a otros a aprender e incitar su curiosidad; el descubrimiento personal; aprender; compartir; reírme con otros; tener contacto con gente original y con pensamientos originales. Ahí es donde vive mi dios, en aquello que no sé o que todavía no pude experimentar. Poder entrar en contacto con mi dios y que otros lo hagan con el suyo, eso es felicidad pura.
La curiosidad parece ocupar un lugar predominante en tu vida; ¿es un valor para vos?
Es una forma de vida para mí. A veces manejo por un camino distinto cuando voy al trabajo sólo para ver cómo es ese camino. Leo muchos libros y consumo mucha información. Comparto una comida con gente distinta cada vez que puedo. Intento ir más profundamente en el entendimiento de otras personas. Ese es el único propósito que tengo. No hay nada material que pueda darme felicidad que no haya podido tocar, así que para mí la única forma de ser feliz es seguir a mi curiosidad. Lo interesante de ser una persona curiosa es que a veces te sorprendés para bien y otras para mal. Cuando te sorprendés para mal, te da curiosidad encontrar la solución para los problemas que existen en el mundo.
¿El ser famoso te resulta una complicación para saciar tu curiosidad? Porque no podés salir a la calle como cualquiera.
Sí que puedo. No como cualquiera, pero puedo. Eso no me detiene. Además, estos smartphones son algo increíble, con ellos podés viajar a través de las ideas y pensamientos de millones de personas, sólo estando conectado. La curiosidad no es necesariamente geocéntrica. Podés ser curioso en privado o en público. Es distinto para mí porque hay una fricción con mi relativa capacidad para hacer algo de forma anónima. No sé si esa fricción es peor que la que tienen otros.
La publicista de Ashton avisa que se terminó el tiempo y hay que pasar a otro salón, en donde el actor posará para las fotos. En el camino, se nota que Kutcher está un poco cansado, pero responde amablemente a algunas preguntas sobre si pudo conocer algo de Buenos Aires, contando que estuvo paseando por la zona del hotel. "Ahora voy a salir a correr un rato", dice durante el viaje en ascensor. Ante la pregunta sobre si todavía tiene energía para eso, después de un largo día de entrevistas, ofrece una media sonrisa y un "sí" que suena casi como un "obvio".
Un poco más tarde, cuando ya hace rato que terminó la entrevista, vuelven a escucharse esos gritos desesperados que llegan desde la calle. De pronto, el habitualmente silencioso hall del Four Seasons se llena de ruido. Al espiar, se ve a Ashton entrando al hotel después de haber salido a saludar a sus fans, seguido por personal de seguridad y algunas personas que lo persiguen con teléfonos en mano, listos para la oportunidad de la foto. Es una escena extraña y no cuesta entender que, por más veces que se repita, ni Ashton ni nadie puede acostumbrarse a ser el objeto de estas reacciones. Y, sobre todo, que tampoco conviene.
1978
Nace el 7 de febrero, en Cedar Rapids, Iowa. Tiene un hermano mellizo, Michael, que nació con serios problemas de salud y recibió un transplante de corazón a los 13 años
2000
Se estrena Dude, ¿dónde está mi auto?, película sobre las aventuras de dos adolescentes fumones, que protagoniza junto a Seann William Scott, y que lo lanza a la fama
2005
Se casa con la actriz Demi Moore. La relación duró 6 años. El año pasado se casó en secreto con Mila Kunis. Tienen una hija, Wyatt Isabelle
2011
Fundó con Ron Burkle y Guy Oseary un fondo de inversión en empresas start up. Entre sus inversiones se encuentran Spotify, Uber, Shazam y Foursquare
2011
Reemplaza a Charlie Sheen en Two and a Half Men, después de que éste se peleara con el creador de la serie, Chuck Lorre
El futuro
Kutcher volverá al cine en 2017 con The Long Home, película independiente, basada en la novela homónima de William Gay, dirigida y protagonizada por James Franco. El elenco incluye a Josh Hutcherson, Courtney Love y Timothy Hutton, entre otros
Producción: Mechi Machado. Asistente de foto: Ezequiel Yrurtia. Agradecimiento: Hotel Four Seasons. FOTOS: AP y AFP
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