La fiesta antes de la fiesta, o un evento que dura 15 horas
Que la vida sea una fiesta... o mejor dos. Hay amor. Hay propuesta. Hay casamiento. Hay una maquinaria encendida en función del gran día. Esto siempre fue así. Pero los tiempos cambian, y la gente quiere festejar. Tanto, que antes de la ceremonia religiosa, si la hay, también hay un civil, con fiesta, con pompa, con todo.
Por empezar, el "trámite", esa firma ante el juez puede ser inolvidable. El Rosedal, la Usina del Arte, el Teatro Colón, la cancha de Boca pueden ser algunos de los espacios disponibles. Sucede generalmente un miércoles, jueves o viernes antes del medio día. Allí los novios, los parientes, los amigos y los testigos se reúnen para compartir ese momento. Termina la ceremonia, se suceden los besos, abrazos, el arroz, las fotos y 15 horas corridas de festejos. Los nuevos civiles son eternos y divertidos porque son fiestas informales y relajadas, una especie de bonus track.
Como se dijo, el civil es un evento en sí mismo, una fiesta que requiere organización, comida, bebida, música, vajilla y un espacio propicio para el festejo. Puede ser en un restaurante, en una casa, en un SUM o en un club house. Arranca con un almuerzo, que se extiende hasta la tarde. Los parientes más lejanos pasan a tomar el té, y cuando sale la primera estrella, llegan los amigos. Esos incondicionales que no se van a ir hasta que se apague la música.
Para muchos, el civil es la fiesta previa de la fiesta. La coordinación es responsabilidad de la wedding planner, es el avance de obra, si esto sale bien, lo que viene será mejor. Nada es azaroso. También hay una producción. Las frases de los grupos de la novia son: "¿Qué te vas a poner? ¿Da para maquilladora?" En los del novio el comentario es "Marcame la soltera". De acá, salen futuros casamientos. El mismo catering de la fiesta es responsable del almuerzo para familia y segundo círculo, pero después, llegan los food trucks con opciones de mano, gourmet. Hamburguesas, crêpes, helados, mojitos, cerveza artesanal. El DJ viene equipado con luces, con efectos, con cabina.
También están los civiles low cost. Almuerzo lo mas íntimo posible, pequeño, amable. Té, con la ayuda de esas tías que vienen con tortas. ¿A la noche? Bachas con porrones, coca, hielo, panchos, pizzas, helados de palito, y ese amigo que quiso ser DJ y no llegó, pero tiene un parlante y unas buenas listas en Spotify. Buena onda y respeto por los que al otro día trabajan. Se corta a las 2. Y también están los intermedios: no es casero, pero tampoco extravagante. Es un evento planificado. El almuerzo está en manos de un catering, en sus versiones completas, o pizza party, o pernil. Después del postre hay un continuado de bocaditos dulces, tortas, saladitos hasta que llega la barra y el DJ arranca el chill out. Salen los lomitos y esto no se corta?. Son las 4 de la mañana y los vecinos piden que se acabe la conga. Como sea, es en nombre del amor.
La autora es responsable de Casamientosonline.com
Maca Martínez Picabea