Lanzaron una línea de comida freezada para bebés y chicos y ahora son un boom

Fue en pleno puerperio que a Val –chef- y a Debbie –periodista especializada en maternidad- se les ocurrió crear una marca de comida para chicos. Ambas son madres y, cuando sus hijos empezaron a comer, detectaron que faltaban opciones saludables y prácticas para llevar a la mesa. Así fue como convirtieron una necesidad en oportunidad y pasaron a la acción. Val se iba a ocupar de probar algunas recetas teniendo como prioridad que los platos sean lúdicos, pudieran venderse porcionados –y adaptados a la mano de un niño- y reunieran las mejores materias primas del país. Debbie se iba a ocupar de fogonear el proyecto en redes sociales, armar un evento de lanzamiento y convencer a las familias de que no perdieran tiempo cocinando y les dejaran esa tarea a ellas. ¿El resultado? Dos meses con toda la tienda sin stock y lista de espera.

Antes de arrancar, Val y Debbie se juntaron en un supermercado para ver de cerca toda la información nutricional de los productos que supuestamente eran para bebés y chicos. La mayoría tenían azúcar como ingrediente principal y a eso le seguían un sinfín de conservantes y aditivos que no aportaban ningún nutriente. Ese fue el puntapié para armar el menú de Baby Foodie. Después de mucha prueba y error –con todos los hijos de amigos como catadores oficiales- sacaron a la venta 12 productos, que en estos dos años fueron cambiando.

Hoy, los más vendidos son los chipá de queso orgánico que están elaborados con aceite de coco, leche de almendras, fécula de mandioca y huevos de campo; los puzzles de choclo, que llevan cebolla, huevo de campo, harina integral, cilantro y polvo de hornear y los waffles de brócoli y queso, que además llevan huevo, harina integral y polvo de hornear.

La estrella son los nuggets de pollo que tienen sólo 6 ingredientes (Pollo orgánico, cebolla, avena, zanahoria, huevos de campo, aceite de coco.) contra 18 que llevan las patitas convencionales.

Hasta febrero de este año, Baby Foodie solo tenía presencia online –con envíos a CABA y GBA- pero en marzo decidieron abrir un local a la calle en Palermo, "La tiendita de Baby Foodie". Además de vender sus productos sumaron materias primas de almacén libres de agroquímicos animando a su comunidad a que cocinen algunas recetas simples y nutritivas.