Las chicas de junio
Cada vez más sofisticados, los calendarios ya se consideran una pieza de arte y estilo en sí mismos. Una selección para acompañar el balance de mitad de año
Están en permanente creación; cuando se cierra una etapa, se está pensando en la que vendrá. Desde marcas de bebidas alcohólicas hasta las infaltables compañías de neumáticos, todas lanzan sus calendarios a comienzos de cada año y planifican el siguiente con meses de antelación en busca de más impacto. La creación de estas piezas se volvió sofisticada al extremo, con grandes figuras delante y detrás de cámara, como la campaña actual de Campari con Uma Thurman, o las fotos de Helmut Newton que volvieron al calendario de Pirelli como celebración de sus 50 ediciones.
Thurman se convirtió en musa de la marca bajo la lente del renombrado sudafricano Koto Bolofo. En 2013, la elegida había sido Penélope Cruz. Estas producciones significan una gran inversión, aunque los costos son top secret, según Mariano Maldonado, director de marketing de Campari en el país. "El calendario representa en sí mismo una verdadera pieza de arte y estilo", asegura.
Si funciona para la competencia, ¿por qué no va a funcionar en todas las compañías? Seguir esta máxima puede generar un paso en falso. "Una vez hicimos un calendario para una importante marca de pilas, lo quisimos hacer bien, sofisticado, y cuando llegó a los quiosqueros… la repercusión fue un fracaso", se sincera el publicista Santiago Olivera, que reconoce que algunas empresas se suman a estos proyectos porque sienten que lo "tienen que hacer, que es una oportunidad para mostrar otra faceta de la empresa", pero no siempre se logra.
"Para nosotros, hacer calendarios es una tradición de hace 30 años, por lo menos de manera local. Ahora buscamos remarcar la idea de la cercanía con la gente, mostrar diferente a la marca, hacer algo más glamoroso, construir algo distinto. Queremos transformar el calendario en una pieza de arte y que, además, sea una obra de bien, que alguna fundación y organización tengan un beneficio", cuenta Diego Garbini, gerente de desarrollo de Goodyear para la Argentina. En su calendario 2014 participaron artistas como Milo Lockett, Marcos López, John Mc Cam y Alan Berry Ryhs, quienes realizaron intervenciones en diferentes lugares del país, que a su vez fueron fotografiadas por Diego Frangi. En 2013, el fotógrafo detrás de este calendario había sido Gabriel Rocca, que buscaba mostrar a los héroes para la compañía: los gomeros. Esa producción fue tan exitosa que en la subasta de las imágenes de los diferentes meses se consiguió recaudar $ 300.000, que fueron donados a la campaña de Red Solidaria Un ladrillo para mi escuela. Este año se repitió la experiencia y lo recaudado se destinó al primer albergue regional de recuperación de pediatría de la Fundación Ciudad Limpia Chaco.
Sobre el tema de los calendarios, es imposible no mencionar a Gaby Herbstein, la fotógrafa argentina que viene realizando este tipo de proyectos desde hace dos décadas. En su caso empezó como un trabajo personal, en el que año a año fue consiguiendo el apoyo de organizaciones que la ayudaron a solventar parte de los costos. "Para mí, es algo personal, un proyecto anual. Mis calendarios fueron pasando por diferentes momentos, cambiando todo el tiempo, mostraron inquietudes, trataron de comunicar conciencia como cuando trabajamos con la Fundación Huésped o cuando hicimos foco en temas ecológicos. Siempre busco transmitir un mensaje", dice Herbstein. Hace dos años que una marca de espumante acompaña su emprendimiento y juntos le ponen imágenes a la idea de la celebración. Ella consideró que trabajar con una compañía no limita su impulso creativo, ya que los objetivos y las condiciones siempre están claros desde el comienzo. En su almanaque 2014 se pueden ver a Griselda Siciliani, el Chino Darín y Celeste Cid, entre otras figuras, bajo su particular mirada.
Historias de calendario
A veces no sale todo como se había previsto y menos si el protagonista es Charly Garcia. Años atrás, Herbstein tenía casi todo listo para las fotos del músico: además de estudiar a su artista del mes, se le había ocurrido un escenario para él, que incluía un tatuador y, por supuesto, unos tatuajes. Todo su equipo estaba esperándolo, pero ese día el representante del músico llamó diciendo que él no podría asistir al encuentro, pero que sí lo haría al día siguiente. Cuando finalmente se concretó la visita, antes de que apareciera Charly, llegó un camión con equipos del músico, los empezaron a descargar y armaron un set para que pueda cantar y tocar en vivo. "Charly me dice que no quiere tatuajes y me cuenta que trajo su ropa, que tiene una idea. Ahí mismo mezclamos ambas ideas y él se puso a tocar en vivo. Tuvimos un show privado de una hora. Fue un regalo y salieron unas fotos increíbles. Lo importante es eso, dejar fluir, tener un feedback, tener respeto por la persona que tenés delante, interactuar, tener una conexión", explica la fotógrafa.
Trabajar con Rocca en 2013 significó un desafío para Garbini, ya que, por ejemplo, en un paisaje desolado del interior de Córdoba, el fotógrafo pensaba un escenario y él tenía que ver la manera de cumplir con sus requisitos. Un día tuvo que vestir de gala a una familia en el medio de un campo y que, de fondo, se viera la preparación de un gran asado. Para conseguir la ropa y la carne, tuvo que manejar 200 kilómetros y llegar antes de las 15, para que no se perdiera la luz necesaria para las tomas.
El primer calendario de Pirelli, de 1964, se hizo para establecer a la compañía en Inglaterra. Era entonces una empresa pequeña y poco presupuesto para promocionarse, pero con sueños de grandeza. Según Derek Forsyth, primer director del proyecto-calendario: "Descubrimos que en todas las gomerías tenían sus chicas pin-up al fondo, entonces la idea era hacer algo parecido, pero que fuera superior, y que las gomerías lo quisieran mostrar en su entrada y la gente se lo quisiera quedar". El fotógrafo elegido para el puntapié inicial de esa aventura fue nada menos que el ascendente Robert Freeman, retratista de los Beatles.
Si bien Forsyth no considera ese primer trabajo como amateur, algo de eso había. El mundo del modelaje no era el de hoy y, para aquella sesión, las musas elegidas fueron la esposa de Freeman, la mujer de Forsyth y una modelo amiga. "No se contrataban modelos glamorosas, eran mujeres de 35 años, eran aristócratas inglesas", relató Forsyth a la Revista y a otros medios latinoamericanos durante el lanzamiento de la edición 2014, en Milán (ver aparte).
"El calendario siempre estuvo al borde, nunca fue pornográfico, pero empujaba los límites", remarcó quien estuvo al mando de los almanaques durante una década hasta que la recesión económica les puso un freno durante otros diez. Fue en 1984 cuando se retomó esta tradición en la compañía. "Cualquier cosa que hagas con el calendario, quiero estar orgulloso de mostrárselo a mi mujer", le dijo el presidente de la compañía a Martin Walsh, el director artístico que tuvo la misión de revivirlo.
Una marca que prepara grandes festejos a través de su calendario es Maybelline New York, que cumplirá cien años en 2015 y comenzó la cuenta regresiva con su edición 2014. En una apuesta curiosa, sus modelos fueron caracterizadas como destacadas mujeres de la historia. "Me pareció inspirador ver a Kemp Muhl caracterizada como Mabel Williams en un set que parecía un departamento muy pequeño, utilizando un trozo de carbón para crear su propio maquillaje", explicó el fotógrafo Kenneth Willardt.
El sello Helmut Newton
MILÁN.– La historia del calendario Pirelli 2014 es algo controvertida, ya que no se realizó una superproducción como años anteriores, sino que la compañía apostó por lanzar una producción inédita, realizada en 1986, del destacado fotógrafo alemán Helmut Newton. La explicación oficial fue que en su momento se habían realizado dos calendarios, a cargo de los equipos inglés e italiano. Finalmente, el que vio la luz entonces fue el de los ingleses. La otra historia, la que se cuenta por lo bajo, es que el proyecto de Newton no les gustó a los directivos, en cierto modo los escandalizó, y por eso optaron por abandonar esta propuesta... hasta ahora. "Se inventa, se inventa y se vuelve al pasado", dijo su presidente, Marco Provera Tronchetti, a modo de explicación de esta vuelta atrás para festejar los 50 años del calendario.
Clive Arrowsmith, Barry Lategan, John Claridge y Steve McCurry son sólo algunos de los destacados fotógrafos que se hicieron presentes para la celebración en Milán.
Arrowsmith a los 17 años estudiaba en una escuela de arte en Liverpool, donde era compañero de John Lennon. Por esos días, también supo dormir en el suelo de un departamento que compartían Lennon, Paul McCartney y George Harrison. Por su lente pasaron figuras como el Dalai Lama, Mick Jagger, Tony Blair y Margaret Thatcher. Fue contratado para hacer el calendario dos años seguidos, 1991 y 1992. "Lo que yo quise aportar con mi trabajo fue una mezcla de creatividad y erotismo", comentó a la prensa.
La crítica al calendario por resaltar o hacer uso de los cuerpos de las mujeres como objeto no es nueva, tanto es así que cada uno de los fotógrafos e incluso las modelos que supieron posar para el calendario intentaron dejar en claro que no están de acuerdo con esa mirada. "Las mujeres siempre fueron una inspiración y son la historia de nuestra vida. Son un ingrediente esencial. Yo ayudé al parto de mi hija, fue genial; ver el cuerpo femenino expandirse fue la mejor experiencia que tuve", aseguró Barry Lategan a la Revista. Él fue quien le sacó las primeras instantáneas a Twiggy, la modelo que influyó a una generación.
De los 31 fotógrafos, sólo cuatro han sido mujeres: la francesa Sarah Moon (1972), una de las primeras en mostrar desnudos; las estadounidenses Joyce Tennynson (1989) y Annie Leibovitz (2000), e Inez (2007), del dúo de fotógrafos holandeses Inez and Vinoodh. "Ser consultada para hacer el calendario Pirelli significa mucha presión, por no querer defraudar a las mujeres. Fue una oportunidad para mí para ver a las mujeres de una manera muy clásica", dijo Annie Leibovitz, para una discusión que lejos está de cerrarse.
El caso de Steve McCurry es particular. Acostumbrado a fotos sociales, es el autor de la emblemática imagen con la penetrante mirada de una chica afgana que publicó National Geographic. "No soy fotógrafo de moda, así que fue una experiencia increíble, estaba inspirado por hermosas mujeres, pero no sólo porque fueran bellas, sino porque tratan de hacer del mundo algo mejor", contó a la Revista, en referencia a que todas las fotografiadas realizan trabajo solidario.