Las lecciones que nos dejó la gripe A
Hoy casi no hay lugar laboral, comercial o social, público o privado, que no tenga alcohol en gel a disposición. Y muchos, pero muchos niños, tienen presente la importancia de lavarse las manos o de taparse la boca con el antebrazo cuando están por toser o estornudar. Tampoco faltan los que a esta altura del año empiezan a preguntar por la vacuna contra la gripe. Todas estas acciones, importantes para la prevención de cualquier enfermedad infecto contagiosa, nacieron o, mejor dicho, se instalaron con fuerza en la vida cotidiana de todos en el año 2009, en plena epidemia de la gripe A.
Casi once años después, en alerta por el covid-19, las enseñanzas que dejó la gripe A hacen que los argentinos estemos más y mejor preparados. "Hay menos psicosis que con la gripe A, La gente y la comunidad médica están más preparados, ya hay un camino transitado", sostiene Sergio Cappiello, jefe médico de Vittal, que recuerda con lujo de detalles la llegada de la influenza A al país. "Fue empezando el invierno, en un primer momento se subestimó y después se sobreestimó –asegura–. Pero fue algo que nos disciplinó a lo largo del tiempo. Por ejemplo, hubo un antes y después después en materia de vacunación contra la gripe. La vacuna ya existía, pero nadie se la aplicaba ni los médicos la prescribían. Hoy hay muchas empresas que vacunan a sus empleados contra la gripe dentro de la compañía", plantea Cappiello.
Otra de las enseñanzas que muchos le atribuyen a la influenza A es la de buscar ayuda profesional ante un cuadro de fiebre alta, dolores de cabez y dificultades respiratorias.
"Muchos dejaron de subestimar estos síntomas, Sin embargo, muchos argentinos se automedican y eso puede demorar el diagnóstico. Me acuerdo que había una desesperación por el tamiflu, un retroviral que además no se conseguía en cualquier farmacia. Con el coronavirus no hay una medicación específica. Las medidas son de sostén: bajar la fiebre, acompañar la evolución hasta su recuperación", dice el jefe médico de Vittal.
Por su parte, Esteban Chilelli, médico clínico del Sanatorio Modelo Caseros, destaca que los sistemas de salud están más preparados que en 2009. "Con la gripe A no había medidas de aislamiento y hoy todas las instituciones las tienen: hay lugares exclusivos de atención para no contaminar la sala de espera con casos sospechosos y el mecanismo triage (clasificación de pacientes según la urgencia) está más aprendido. Pero también desde la población: estornudar tapándose la boca con el codo hoy no es novedad y en 2009, sí. El uso de alcohol en gel y el correcto lavado de manos también es algo que nos quedó de la gripe A".
Temas
Más leídas de Lifestyle
No falla. Lo que hay que hacer para eliminar definitivamente las manchas de sudor y desodorante de la ropa
“Te quita cultura, pero te da trabajo”. Tras divorciarse decidió irse un tiempo, 10 años después vive en un país de oportunidades
"Repugnante". Un médico reveló lo que nunca hay que hacer al tirar la cadena del inodoro