Las mujeres usamos sólo el 20% de nuestro guardarropas. ¡Está comprobado!

Para colmo, cuando la economía local golpea fuerte, hacer shopping y verse linda es una tarea que demanda creatividad, ¡mucha! Entonces te preguntás: ¿se puede ser canchera sin tiempo y sin una cuenta bancaria infinita? Se puede. Como toda canchera, seguro estás al tanto de la tendencia de hábitos de consumo responsable: OPTIMIZÁ (el espacio en tu placard), CAPITALIZÁ (ganá dinero vendiendo la ropa que tenés inmóvil), INNOVÁ (volvete experta buscando prendas de marca con etiqueta a excelentes precios y probá opciones de compra inteligente como los –muy de moda ahora- second hand súper chic).

Miles de mujeres lo entendieron y a través de Renová tu Vestidor armaron su vestidor digital y comenzaron a vender las prendas que no usaban para a) liberar espacio en el armario b) tener ingresos para comprar el skinny jean negro c) sumar un extra de ahorros para cumplir diversos sueños. El promedio de ventas es de 30 prendas al mes, que pueden alcanzar una suma de $12000 dependiendo del valor de la ropa, calzado o accesorios que ofrecen. La cantidad de seguidoras y potenciales compradoras que cada "vestidor" tiene depende de las marcas y línea de talles que se ofrecen.

La curiosidad por este fenómeno hizo que nos acercáramos a algunas mujeres que usan Renová tu Vestidor para que nos cuenten un poco de su experiencia. Acá los testimonios de July, Lucila, Agus y Carla… ¡a tomar nota!

Lo que empezó con una limpieza de vestidor terminó siendo un hobbie y unos meses más tarde se convirtió en un increíble negocio. (Agus, 33 años, emprendedora, Palermo)

Le dedico el ratito que me queda libre de mi día, entre una hora o dos cada día. Respondo preguntas y gestiono envíos. Si puedo contestar las preguntas desde el celular en el momento, mejor. Los fines de semana aprovecho a subir prendas ya que eso lleva más tiempo. (July, 21 años, estudiante de arquitectura, Belgrano).

Soy diseñadora y me encanta la ropa. La forma de subir las prendas, sacar fotos y enviar los pedidos me resulta súper práctica. Lo hago desde la compu o con el celu. Paso mucho tiempo dando vueltas fuera de casa por lo que hacer los envíos en las 48hs no me resulta nada complicado (Lucila, 33 años, diseñadora, Córdoba).

Se complementa bárbaro porque soy libre de manejar mis tiempos. Yo estudio y las épocas de exámenes pueden ser muy demandantes. Yo me organizo y elijo cuándo ocuparme de mi vestidor. Cuanto más tiempo le dedico, mejor me va en el cierre del mes y eso se nota! (July)

Hasta podés pausar el vestidor completo si salís de vacaciones, así no sentís que colgaste todo. (Carla, 28 años, Lic. en marketing, CABA)

Es una fuente de ingreso y me ayuda a hacer limpieza en casa deshaciéndome de las prendas que ya no uso. Pero además, me sirve para despejarme de la rutina. (July)

Tengo ropa nueva todos los meses y puedo sacarme de encima lo que ya no uso y ocupa espacio en el vestidor. (Lucila)

Son ingresos que ayudan a la economía general de casa y facilitan el pago de ciertos gastos imprevistos. Además, me ayuda a decidirme con esos gustitos que es tan lindo darse de vez en cuando. (Carla)

Me compro cosas con el crédito de mis ventas y así me doy los gustos que quiero. Como me lo compro con lo que vendo, mi marido no se queja ;) (Lucila)

Es un free pass para ahorrar para mi próximo viaje y darme gustos en el medio. (July)

Trabajadoras, mamás, divas, estudiantes… todas tenemos el gran dilema de qué hacer con la ropa. Si estás dentro de esa mayoría que usamos sólo el 20% del guardarropa, ¡ojalá te haya dado unas ideas con esta nota!