No sé si todos los españoles son así, o los europeos en general o si es éste en particular que además vivió dos años en Holanda y otros cuatro en Francia o qué. La cosa es que así en una semana puedo decir que es tan distinto de los argentinos. Con el tipo se puede hablar, te escucha cuando le contás las cosas, no es machista, las minas le parecen lo más, te dice lo que siente. No sé, es ¿normal? Puede que yo me haya clavado con todos los peores especímenes locales o que sea la edad o que sea yo que estoy rayada, claro.
La verdad es que no entiendo nada pero estoy un poco cansada del jueguito de seducción local; ese en el que tenés que hacerte un poco la difícil (no sexualmente, eh) y mostrarte así toda light porque en cuanto hacés la mínima manifestación de estar eganchada a los tipos les agarra una claustrofobia que empiezan a correr sin aire por 9 de julio agarrándose la garganta como si los estuvieses persiguiendo todita vestida blanco con las participaciones mandadas. Yo quiero algo distinto, no estoy para caretearla eternamente. Si me enganché te lo tengo que poder decir y que te la banques, si todavía quiero ir viendo cómo viene la cosa, lo mismo. Y me encanta cuando los tipos me lo comunican también. Yo soy muy de preferir estar informada que andando a oscuras.