De punta en blanco y muy feliz por su marido, Lorena Ponce de León (43) debutó el fin de semana como primera dama uruguaya. Aunque en el país vecino no se usa ese título, la prensa la señala de manera honorífica como tal y asegura que fue un factor fundamental para que Luis Alberto Lacalle Pou llegara a la presidencia. En campaña, cuentan, ella misma repartía panfletos de la candidatura de su marido, a quien admira profundamente.
Nacida en Montevideo, Loli –como le dicen sus allegados– es paisajista y una optimista por naturaleza, tal como gusta definirse. Estudió en el Colegio Alemán primero, y más tarde en la Scuola Italiana. Conoció a su marido cuando él aún no había terminado Derecho y ella tenía 16 años. Se reencontraron cinco años más tarde en un asado y nueve meses después él le propuso casamiento.
Ser padres fue un camino difícil y doloroso. Después de varias inseminaciones y tratamientos, Luis y Loli fueron padres de los primeros mellizos uruguayos nacidos por el método de fecundación in vitro con embriones congelados. Los bautizaron Violeta y Luis (10). Dos años más tarde nació Manuel (8).
Amante de los deportes, la mujer de Lacalle Pou adora meterse al mar con su familia (ella con tabla de morey, el Presidente con la de surf). También juega al hockey, una pasión que descubrió hace seis años, en dos equipos, las Old Girls y Viejas las Pelotas. En la residencia presidencial, al parecer, hay una canchita de fútbol, que ella estrenará con sus hijos y amigos, en un intento por que mantengan su nueva vida lo más normal posible.