Hola Cari!
Tania viaja al futuro! Que loco la verdad. ¡Ahora vas a tener una excelente excusa para ir a conocer Nueva Zelanda y mandarme muchas fotos!
Comparto esta canción que viene más que a tono hoy, y estoy seguro te va a gustar:
Este año sí que hemos sellado pasaportes imaginariamente, eh. Viajamos a muchísimos lados y ahora me encuentro imaginando cómo será Nueva Zelanda y las aventuras que viva Tania y su familia.
Coincido con vos, los aviones terminan siendo una gran máquina del tiempo, y el efecto que pueden tener sobre nuestras mentes, ¡es increíble! Recuerdo estar volando desde Moscú hacia Londres y retroceder literalmente cuatro horas en el día, que justo no solo era la duración del vuelo, sino también la diferencia del huso horario entre ambas ciudades. De salir casi muerto de sueño de Moscú a llegar a Londres fresco como una lechuga porque prácticamente no había pasado el tiempo. Que loco, ¿no?
Es muy particular como cada persona vive las partidas de sus seres queridos hacia nuevos horizontes. A todos nos puede tocar distintas fibras de nuestros seres, pero como siempre decimos, las fronteras son solo una construcción, y X cantidad de kilómetros no es nada. Solo logra fortalecer vínculos y acercarnos a esos seres aún más. Esos hilos de los que hablas jamás se debilitan, y creo al igual que vos que las distancias suelen hacerlos aún más fuertes y resistentes a todo.
Ahora, con tanto viaje dando vueltas, no sabes las ganas que me dieron de viajar! Tantos lugares para elegir a donde ir, tanta gente por conocer, olores que percibir, gestos que mirar, que es inevitable no fantasear con poder viajar más seguido. Siempre pensé que debe ser hermoso tener la posibilidad de ir al aeropuerto y elegir ahí a donde viajar. Sin preparación, sin más que lo que uno tiene puesto y las ganas de ir a por una aventura. ¿A qué lugar te gustaría viajar a vos?
De todos los destinos posibles del mundo, estoy seguro que volvería a Moscú, y luego a Vilnius, Lituania. Son dos de las ciudades que más me han gustado y sueño con volver a visitarlas algún día. Más aún ahora, que hace un calor más que fuerte por estos lugares y allá debe estar más frio que trasero de pingüino. ¡Cómo extraño el frio! Y viajar también es un poco volver al futuro creo. Porque uno hace el plan de viaje, se prepara y se imagina en ese lugar en el futuro. Después vuelve a la realidad, sube al avión y cuando llega a destino, ¡volvió al futuro! Nada más que esta vez no está solo en su mente, sino que también todo alrededor. Somos todos pasajeros, ayer, hoy, y siempre.
Por ahora, a sobrevivir a base de cerveza punk, y música para no derretirse.
Te dejo un beso tamaño avión Hércules y te deseo muy feliz navidad Cari!!
Muaaack
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