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Marma: conocé la terapia que trabaja en 107 puntos del cuerpo y mejora tu energía vital

por

Cecilia Alemano

20 de febrero de 2019

Imaginá tu cuerpo como una red de canales, órganos, sistemas y tejidos en muchos niveles que se interrelacionan y crean diferentes vínculos e intercambios a través de los cuales viajan las sustancias, la energía y la información. Marma –que significa, literalmente, "secreto" o "escondido"– son puntos de convergencia de tejidos como músculos, venas, ligamentos, huesos o articulaciones. Hay 107 puntos a lo largo de esos circuitos. Son puntos en los que la energía vital sutil se convierte en materia y en los que los pensamientos se transfieren al reino físico.

Estos "interruptores eléctricos" son llaves de conexión de todos los aspectos de nuestras energías: desde la conciencia más profunda hasta los órganos físicos más externos.

Como el tablero eléctrico de una casa: si una llave está baja o no funciona, los electrodomésticos no andan. Lo mismo pasa con tu cuerpo. Si tu energía vital no está llegando a una zona, esa parte se va a resentir y va a funcionar mal. Un masaje sutil en los puntos marma libera los bloqueos y permite que la energía vital fluya hacia los órganos o tejidos que se conectan.

El marma se empezó a practicar desde los principios del ayurveda –medicina tradicional de la India– hace unos 5 mil años y hasta hoy se aplica en los hospitales ayurvedas de ese país para tratar distintas patologías, desde dolores de cabeza hasta algunos tipos de enfermedades neuromusculares. La clave está en liberar emociones negativas y en eliminar bloqueos.

Entonces, nuestro cuerpo físico se mantiene sano siempre que la energía sutil –prana– esté alta. Pasa que muchas veces nos sobreadaptamos a ritmos que no son propios de la naturaleza. Hay horarios, rutinas y hábitos que nos alejan de nuestro ritmo natural y hacen que empecemos a sufrir cansancio y estrés. Si esto se prolonga, aparecen los problemas físicos y psíquicos. La expresión "mala sangre" que usaban las abuelas es una forma de nombrar lo que hace nuestro cerebro cuando registra que estamos en alerta: libera cortisol y adrenalina, dos toxinas que pueden ser útiles para reaccionar ante un hecho puntual, pero que, de manera constante, enferman nuestro organismo.

También puede pasar que hay ciertas emociones que nuestro cuerpo no alcanza a procesar y sentimos molestias. Como el famoso nudo en la garganta o el pecho, los dolores de cabeza frecuentes, las contracturas, la gastritis y los dolores crónicos en los hombros... Todas estas molestias hablan de emociones retenidas que necesitamos liberar.

Sus beneficios

A través de la técnica de marma se puede restablecer el prana, la energía vital sutil, y así recuperar el equilibrio en muchos niveles: físico, emocional, mental y espiritual. Además:

Alivia el dolor crónico y agudo.
Depura el organismo.
Mejora las funciones corporales y/o de órganos, especialmente el sistema inmunológico, el digestivo y el respiratorio.
Alivia síntomas psíquicos.
Le da a la piel un aspecto más saludable.
Libera neuroquímicos como la serotonina o la melatonina para una mejor función cognitiva y un sueño más profundo.
Promueve la relajación.
Reduce el estrés.

Puntos claves

El Sushruta Samhita, antiguo texto, describe 107 puntos marma, pero hay seis zonas principales: la cabeza, el cuello, el corazón, la vejiga, los ojos (sistema endocrino) y shukra (aparato reproductor). A veces –igual que en la medicina tradicional china–, estas seis zonas se reducen a tres centros principales: la vejiga (parte baja del abdomen), el corazón y la cabeza, ya que albergan nuestros órganos vitales más importantes.

Cómo es una sesión

Mientras estás acostada sobre una camilla, durante 45 minutos, el terapeuta hará unos leves toques en tus puntos marma. A diferencia de la digitopuntura y la acupuntura, aquí no hay dolor. De hecho, a veces ni hace falta tocar la piel. Es probable que experimentes distintas sensaciones. Desde calor en algunas zonas hasta ganas de reír o llorar en otras. Quizá veas una imagen o "te baje" una frase. La sensación es siempre de liberación y bienestar.

En los últimos 15 minutos quedás en estado de relajación profunda incluso sin tener experiencia en meditación. Permite al cerebro liberar neuroquímicos como serotonina y melatonina, lo que mejora el sueño y tu estado de ánimo.

Una sesión cuesta entre $800 y $1000, y durante las horas posteriores se recomienda que tomes mucha agua para ayudar a tu cuerpo a eliminar las toxinas que se liberaron durante la sesión y descansar.

Tiene muy pocas contraindicaciones: no se recomienda en niños menores de diez años ni mayores de 80, ni durante los últimos meses de embarazo y el posparto.

¿Cuántas sesiones tomar? Depende. Hay algunas personas que con una sesión ya están bien, pero ante patologías graves se puede llegar hasta 21 sesiones. Aunque el marma no promete cura, favorece las condiciones para sanar.

¿Cómo fue tu experiencia?

Caro Zandavalli. 44, dueña de un local de ropa. Desde hace unos meses, estoy haciendo quimioterapia, y la terapia marma me calma la mente como una meditación profunda. Es muy relajante y despeja todo pensamiento negativo".
Sol Vega. 37, consultora en liderazgo. "Comencé por recomendación médica y se convirtió en un mimo que me regalo con regularidad. Con marma me siento más ágil, desaparecen las molestias en mi cuerpo y me brinda serenidad en la mente".
Mirna Cabrera Eurekas. 43, titiritera y docente. "Venía de una operación y necesitaba un mimo sanador. A los minutos de sesión percibí colores muy nítidos. Cuando llegó a la zona del vientre, donde me operaron, sentí un desprendimiento liberador. Lloré de alivio".

Expertos consultados: Eliana Bremer. Instructora de yoga y de El Arte de Vivir; terapeuta ayurveda formada en el Sri Sri Ayurveda Hospital. Tel.: 15-5748-9774. IG: yoga.y.ayurveda. Alejandro Londinsky. Kinesiólogo y terapeuta marma. Tel.: 15-4560-4128. IG: srisritattvaargentina.

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