Desde que se supo que estaba embarazada, en octubre de 2018, todas las cámaras apuntaron a la duquesa de Sussex. Las imágenes que acompañan este reportaje muestran cómo fue cambiando su cuerpo, mes a mes. Y demuestra que, con su original estilo premamá, Meghanno hizo más que revalidar su título como una de las royals mejor vestidas. Un sitio web especializado en moda analizó y cotizó cada uno de los más de setenta looks que llevó en público, tanto vestidos como accesorios y joyas. ¿El resultado? Contundente: su guardarropa "futura mamá" alcanzó un valor de 600 mil euros. Eso no quiere decir que la mujer de Harry haya gastado ese dinero, porque muchos trajes son prestados o regalados.
Meghan reemplazó los clásicos diseños para embarazadas por adaptaciones de algunas prendas de su armario y también por elecciones más sofisticadas. Así, durante los primeros meses apostó "todo al negro", como si hubiera buscado disimular cualquier cambio en su silueta. En el segundo trimestre, que corresponde a los últimos meses de 2018, Meghan optó por diseños que marcaban su incipiente pancita y hasta incluyó algunos guiños al estilo Lady Di: en varias ocasiones llevó prendas similares a algunas que usó su suegra en momentos importantes (como cuando deslumbró con un diseño con lentejuelas de Roland Mouret en el estreno del espectáculo Totem, del Cirque du Soleil, inspirado en un traje que Diana lució durante un viaje oficial a Australia). Ahora, que la dulce espera está llegando a su fin, la duquesa sumó estampas y colores llamativos.