México: construirán un museo de tierra y madera en el medio de la selva
Una coleccionista de arte lo encargó a un estudio noruego y a otro local. Será finalizado en 2025.
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Un museo orientado a revalorar la cultura indígena de las tierras será levantado en un lugar impensado: en el medio de la selva. Fue encargado por la coleccionista de arte mexicano Fernanda Raíz, presidente de la fundación que lleva su nombre. Su diseño está a cargo del estudio del arquitecto noruego Viktor Sørless y el estudio mexicano Juiñi.
Si bien la construcción todavía es una idea sobre papeles, el plan ya se encuentra listo y tiene una fecha de finalización: 2025. Una de claves de su emplazamiento es que no se utilizará hormigón en la estructura, sino madera y tierra.
Ubicado en el medio de la selva, el diseño tiene una forma de estructura piramidal escalonada, como homenaje a los aztecas, entre otras tribus del país, y se construirá utilizando métodos ecológicos.
Con un mensaje metafórico, el museo se llamará Xinatli, que viene de la frase Nahua Xiachtli, que se refiere al momento en que una semilla se germina y se abre a otra forma que da vida. “La palabra simboliza la idea de creación y rinde homenaje al potencial de metamorfosis”, afirman desde el estudio Viktor Sørless.
En permanente movimiento, el museo será la excusa para el encuentro de las personas, el arte y la ciencia. “Hasta ahora, los museos solían ser un espacio donde se exhibía el poder. Un museo del siglo XXI no debería ser un escaparate de poder, sino un lugar que aboga por una mayor equidad: en la ecología, en el arte y en la sociedad”, afirma Fernanda Raíz a la revista Traveler.
Respecto del espacio, el museo se asienta en una zona de noventa hectáreas de bosque talado ilegalmente en el sur de México. De acuerdo con la revista, es un lugar gravemente afectado por esta actividad ilegal. El plan de Xinatli es relizar su reforestación en los próximos años.
El edificio contará con varios pisos destinados a la exhibición y otros tantos se utilizarán para el instituto terrestre que será dirigido por científicos.
Para seguridad de los ambientalistas y comunidades locales, se han dispuesto las medidas para dejar el terreno a la naturaleza pasada una generación. Xinatli se basa en un objetivo. “Ahora parece más urgente que nunca ayudar a crear un cambio climático en la mente de las personas. El arte, y con él un tipo diferente de percepción, una forma ecológica de construcción, un compromiso cultural con ‘el medio’, puede ayudar a mantener la continuidad de la vida en nuestro planeta”, afirma Fernanda Raíz.
La pirámide es un componente arquetípico de la mayoría de culturas de todo el mundo. La forma escalonada es propia de las civilizaciones mesoamericanas, a través de los olmecas, los mayas y los aztecas. “Para nosotros era importante hacer referencia a la pirámide escalonada, reconfigurarla y reinterpretarla”, explica Viktor Sørless. Y agrega: “La pirámide escalonada es un símbolo de una sociedad de clases, la división entre los ricos en la cima y los pobres en la base. Nuestro diseño deconstruye esta jerarquía”.
El resultado es casi una pirámide invertida con la capa más ancha en el centro con la premisa de que queda al nivel de las copas de los árboles más altos. El paisaje se refleja en el edificio vidriado y parece una aparición sobrenatural.
El edificio será levantado bajo las premisas del método de construcción de la casa xa’anil naj, tradicional de los mayas yucatecos. Este método de construcción se caracteriza por que los árboles utilizados en la estructura de soporte no se arrancan ni se colocan en su lugar, sino que a menudo se plantan.
LA NACION