“Mi novio está mejor que yo, y no me importa”

Frente a todas estas preguntas quisimos averiguar qué lleva a las mujeres a sentirse obligadas a estar siempre bien o sentirse inferiores frente a un hombre que está mejor que ellas, cuando si es al revés los hombres no se sienten disminuidos sino todo lo contrario. Como creemos en el poder de la mujer de decidir sobre su propio cuerpo y de seguir los modelos que ella quiera y no lo que otro les imponga, consultamos con distintos especialistas para entender por qué a muchas les pasa esto y cómo pueden hacer para salir de ese lugar.

Una de las principales causas por las que muchas sienten que es importante estar siempre perfectas es la presión social que se ejerce a través de los medios de comunicación y publicidades. Para Any Krieger, psicoanalista de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) "más allá de la presión que ejerce el hombre, lo que más influye en esto son el discurso de la época y los medios de comunicación", explicó.

Por otra parte la especialista agregó que la mujer no representa lo mismo para el hombre que este para ella: "muchas veces la mujer es vista como un trofeo, como una medalla para mostrar a los demás. En cambio el hombre para la mujer no ocupa el mismo lugar, no es un trofeo, excepto que la mujer esté en una posición masculina donde se miran a los hombres como si fueran un objeto", agregó.

María Lourdes Rey, psicoanalista de APA, coincidió con Krieger y agregó que "muchas veces la mujer es un adorno más. Por suerte cada vez es menos así, pero sigue pasando. El hombre la toma como un objeto, no como una persona, una compañera o una pareja. Esa es la parte más grave del problema, que la mujer es tomada como un objeto para lucirse, incluso cuando el hombre está feo y descuidado", dijo.

"Aún cuando los hombres se dejan la barba, el pelo largo o están desprolijos son considerados sexys. Cuanto más desaliñados más machos parecen. En cambio, la mujer desarreglada no es atractiva, por lo que tiene que estar siempre en buen estado", agregó Rey.

En la misma línea Krieger añadió que otro de los principales problemas es "que la mujer siente que está en falta, que no cumple con las expectativas de ideal de belleza que hay en la actualidad y se siente menoscaba", dijo.

El doctor Ricardo A. Rubinstein, médico psicoanalista de APA agregó que se pueden sentir muy dolidas frente al desbalance con sus parejas: "Los descuidos de la mujer respecto de su imagen personal, el estado de su cuerpo, hacen notorio el desbalance cuando su pareja se mantiene "atildada" y provocan temor a perderlo, incomodidad, inseguridad y preocupación", explicó.

Además, Rubenstein agregó que el mayor cuidado de los hombres por su cuerpo influye en este contexto: "Si bien durante muchísimos años el cuidado de la imagen, la estética al servicio de la seducción del sexo opuesto fueron patrimonio de las mujeres, los últimos 20 años vieron crecer el interés de los hombres por estos atributos", dijo.

"Aunque ganamos mucho terreno seguimos viviendo en una sociedad machista, donde la mujer gana menos. Además se feminizó mucho el género masculino y se cuidan más los hombres", coincidió Krieger.

Otro de los puntos que genera conflictos para la mujer son el paso del tiempo y la juventud: "La mujer no ve bien el paso de la edad, con eso tiene un problema en general importante, son pocas las que aceptan el paso del tiempo, y las marcas que van dejando en lo físico. Nosotras respondemos a un mandato determinado de belleza", profundizó Rey.

Krieger agregó que otro factor que influye es la mirada de las otras mujeres: "Las mujeres nunca sienten que llegan al ideal. Y además compiten con las chicas más jóvenes y eso les genera una presión muy fuerte. Por eso tantas se operan, tratando de perder años y reconquistar la juventud perdida y mantener todo en su lugar. Es muy cruel la exigencia sobre el cuerpo femenino", añadió.

Para las que se sienten afectadas por no cumplir con un estándar de belleza o se sienten inferiores a sus parejas, los especialistas recomiendan tratar de encontrar las causas internas sobre por qué les importa tanto la mirada externa, y no dejarse influir por la opinión de los demás: "No hay que caer en la trampa del discurso del mercado, de bajar muchos kilos y parecer de menor edad. Hay que tener en cuenta que eso es algo imposible, que es una ficción que te venden", aconsejó Krieger.

Para Rey hay que "ver cómo se pueden recuperar los vínculos, y la importancia que tienen. No solo entre el hombre y la mujer sino con los amigos y la sociedad. También el respeto por el otro, de reconocerlo y no tratarlo como se le de la gana, como a un objeto cualquiera".