Opciones de pochoclos para preparar en casa
Los pochoclos dejaron de ser sólo la “golosina del cine” para convertirse en un snack saludable que puede incorporarse en nuestra dieta cotidiana. De hecho, muchos bares han reemplazado el clásico maní para acompañar la cerveza por estos “inflados”.
Además de las palomitas de maíz y los “tutucas” (maíz inflado) hoy existen otras versiones innovadoras, como los pochoclos de arroz o de quinoa. Los pasos para preparar estas recetas son similares en todas sus versiones: se necesita de una olla (también puede ser una sartén), aceite de girasol para saltear los granos y una tapa para poder contenerlos cuando empiezan a “explotar”. Es recomendable que dicha tapa sea transparente para poder hacer el seguimiento sin tener que levantarla antes de que estén listos. El tiempo de cocción es de aproximadamente cinco minutos.
Con el auge de la quinoa en las dietas veganas y vegetarianas, los pochoclos preparados con este grano se han popularizado y, al igual que los tradicionales, se pueden comer en versión dulce o salada. Si bien existen marcas que ya los venden empaquetados, prepararlos en casa también es muy sencillo.
“En cuanto al sabor, estas palomitas se asemejan a las semillas de sésamo tostadas y también recuerdan a la nuez. Por su parte, su textura es ligera y crujiente”, explican en el blog “Un Cómo”. Además, destacan la importancia de la quinoa para aquellas personas que no comen carne: “En estas semillas encuentran una valiosa fuente proteica de origen vegetal para complementar su alimentación”
Para prepararlas, hay que seguir los pasos nombrados anteriormente. La única diferencia es que, en el caso de la quinoa, los granos deben ser sometidos a un lavado especial antes de ser cocinados. Para esto, hay que colocarlos en un bowl y cubrirlos con agua. Luego, hay que removerlos con las manos hasta que el líquido parezca “sucio”. Dicho procedimiento debe realizarse entre 5 y 7 veces (o hasta que el agua se vea transparente).
El próximo paso es sumergirlas nuevamente en agua limpia dejándolas reposar por diez minutos. A continuación, hay que escurrirlas pasándolas a través de un colador fino y colocarlas sobre una bandeja cubriéndolas con papel de cocina para secarlas.
Para terminar, se debe calentar una sartén (ancha y profunda) y agregar ½ cucharada de aceite. “Para saber si la temperatura es adecuada, es recomendable dejar caer unos granos sobre el recipiente. Si todo está bien, la quinoa se inflará en segundos”, explican.
De todas maneras, advierten que “hay que tener en cuenta que estos granos no se expanden tanto como los de maíz”.
Finalmente, luego de cocinarlas en la sartén, llega el momento de agregar el toque final. Dependiendo del perfil de sabor que se le quiera dar, se les puede sumar, entre otras opciones, azúcar, manteca, queso parmesano o sal.
Otra opción innovadora es la de los pochoclos de arroz, también conocidos como “monchitos”. Para esta receta, se puede utilizar cualquier variedad de este cereal, aunque las más recomendadas son el arroz “salvaje” o el “negro”.
“Cuando toma temperaturas muy altas de fritura, este tipo de arroz explota como si fueran palomitas de maíz, creando así palomitas de arroz”, sugiere Pablo Fernández en su blog “El ingeniero cocinero”.
Para preparar estos pochoclos también se deben seguir los pasos nombrados anteriormente: colocar aceite en una sartén (en este caso se requerirá una mayor cantidad ya que los granos deben quedar sumergidos), prender el fuego, colocar el arroz y cubrir con una tapa.
En el caso de que se use arroz blanco, es recomendable cocinarlo previamente (por el tiempo que indique su etiqueta), dejarlo secar y recién en ese momento ponerlo a freír.