La paradisíaca isla de Capri como entorno natural e inspiración histórica de un departamento de vacaciones que lo tiene todo.
El Estudio italiano Zeta, en colaboración con la arquitecta nacida en Capri Marcella Canfora, realizó aquí una profunda transformación cuyo resultado final, sin embargo, no rompe con el paisaje de las construcciones típicas de la región. Los dueños de la propiedad –que originalmente tenía un dormitorio y una cocina integrada al living donde solían dormir los invitados– querían una casa de vacaciones más flexible. Atento a ese requerimiento, el equipo redistribuyó las funciones dividiendo el espacio con cortinas livianas y cristal transparente. En este caso, la incorporación más espectacular fue un largo entrepiso vidriado que aloja un vestidor y un baño entre el dormitorio y la cocina (que se puede esconder totalmente) a la vez que preserva el paso de la luz y la altura de los dos ambientes. El pequeño hall de acceso en planta alta se transformó en la habitación de huéspedes. Además de asegurar las vistas en los interiores de este rincón idílico a metros de la Piazzeta de Capri, se enfatizó la relación con la terraza rodeada por un paisaje digno del más romántico film italiano.
PIÙ BELLA
* En estructuras arquitectónicas recargadas o muy representativas de un estilo tradicional, conviene pintar la caja de blanco para suavizar efectos y habilitar la incorporación de mobiliario contemporáneo.
* La forma más sencilla de integrar ambientes es unificar colores y utilizar un mismo piso en todas las áreas.
* En dormitorios pequeños, las lámparas colgantes de luz puntual ayudan a ganar el espacio que ocuparía un velador en la mesa luz.
* Las perchas cobran protagonismo en los vestidores a la vista: atención a su diseño y color para una apariencia armónica.
Producción: Solange van Dorssen | Texto: Lucrecia Álvarez