Polémica en las redes. Presos libres: entre reflexiones y memes en TW
Se dio una tormenta perfecta para delicia de los tuiteros. El sainete de los permisos para pasear una hora a 500 metros de distancia de cada una de nuestras casas, finalmente truncado por obra y gracia de los gobernadores de las provincias más importantes, se encontró con la idea de –usando la figura de la prisión domiciliaria-- liberar presos de las cárceles por razones humanitarias. La paradoja de no permitir que la gente común salga a la calle al mismo tiempo que se daba la libertad a presos con condenas por delitos graves resultó carne de cañón para tuiteros afilados.
El tuit de Licenciado Macoco (@licmacoco) resume la situación de manera magistral: "Fui al supermercado y en la fila había un viejo de 83 años sin permiso de salida. Nos miramos con la cajera y con el violador liberado que estaba atrás mío y no lo podíamos creer. Así está el país.". Con cuatro personajes y menos de 280 caracteres, el tuit logra articular toda la extrañeza de la situación, invirtiendo las nociones de normalidad y excepción para el remate humorístico.
Fui al supermercado y en la fila había un viejo de 83 años sin permiso de salida. Nos miramos con la cajera y con el violador liberado que estaba atrás mío y no lo podíamos creer. Así está el país.&— El Licenciado (@LicMacoco) April 29, 2020
Para el oficialismo fue un episodio negativo, remarcado por la sonoridad de los cacerolazos, pero al mismo tiempo una nueva posibilidad de llevar el lenguaje más allá de cualquier racionalidad. Así, en las argumentaciones de los sectores afines al gobierno se decía que la liberación masiva no había sucedido y no solo no había sucedido sino que era responsabilidad del poder judicial y no del ejecutivo. En todo caso, se justificaba –por algunos-- y se repudiaba –por otros-- aquello que no había sucedido.
Toda esta mitología sobre los monstruos siendo liberados de las cárceles es una mentira y sobre todo una expresión del odio que sienten por los pobres.&— Julia Mengolini (@juliamengo) April 30, 2020
Es conocida mi oposición a ejercer la facultad del indulto. Digo esto en momentos en que una campaña mediática se desata acusando al Gobierno que presido de querer favorecer la libertad de quienes han sido condenados&— Alberto Fernández (@alferdez) April 29, 2020
De los inventores de "todo es político" llega "la liberación de presos es una cuestión técnica de la Justicia".&— Hernanii. (@HernaniiBA) April 30, 2020
Le mandamos un dibujito a Alberto? #CacerolazoContraLaImpunidad Presos -a ustedes- los queremos. pic.twitter.com/dL7N00NoSf&— Sil[R] (@SilSoWhat) May 1, 2020
Más allá de los detalles puntuales, en el episodio convergían antecedentes inquietantes que ligaban al kirchnerismo con la liberación de detenidos. En primer lugar, fue desde el mismo gobierno en que se pidió por razones humanitarias otorgarle la prisión domiciliaria a Ricardo Jaime, uno de los principales responsables a través de la corrupción de la masacre de Once. El pedido no fue un hecho aislado sino que se articulaba dentro de un plan en donde también confluían diversos discursos, desde el militante que hablaba de "presos políticos" hasta el de tono más académico que ponía en cuestión la predominancia de las prisiones preventivas. En todos los casos, para esos sectores, la idea de tener compañeros presos durante un gobierno peronista es inadmisible.
A eso se le suma un sector del kirchnerismo con algunas ideas respecto de la condición de los detenidos considerados como víctimas sociales, más que como victimarios, en un discurso adolescente en el cual pueden citar fallos de Zaffaroni, lecturas superficiales de Foucault y letras de Patricio Rey.
Y finalmente, se agrega al razonamiento el hecho objetivo de la superpoblación de las cárceles y las indignas condiciones de vida de los presos. Desde ya que la situación penitenciaria (sobrepoblación del 22 %) debe ser un tema de discusión pública pero no parece lo mejor hacerlo al calor de un motín sangriento mientras al resto de la población se la somete a una extensa y cada vez menos clara confinación.
Salvo genocidas,asesinos,violadores o femicidas comparto con @alferdez que hay que proteger la vida de los presos comunes. Creo que @SergioBerniArg es un gran compañero que no tengo dudas que comparte este criterio profundamente humanista.&— Luis D'Elia (@Luis_Delia) April 30, 2020
¿Cómo será el cacerolazo cuando las camas de hospitales se llenen de presos?&— Emilse Pizarro (@emipizarro) May 1, 2020
Una de las claves del humor, como hemos visto, es hacer un giro violento respecto del punto de vista del relato, sorprendiendo con una nueva mirada que ponga la situación en un contexto nuevo. Un poco es lo que hicieron estos dos tuiteros, alterando la perspectiva y poniéndola en el lugar del delincuente que es liberado, hace su trabajo y de repente se encuentra con que la gente lo repudia y lo encarcelan de nuevo. ¿Se volvieron todos locos?
Lo que se dice un workaholic. pic.twitter.com/8Kk3nteRzL&— Gustavo Beaverhausen (@MisOdios) April 30, 2020
Primero lo liberan, vuelve a robar y ahora lo arrestan. Claro, el tipo no entiende nada.&— Conrad [R] (@matiasbruales) April 30, 2020
Así estamos pasando la cuarentena, viendo la gran comedia argentina desde nuestros balcones. Que siga la función.
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