Seamos sinceras: ¿A quién no le parece sexy ver a un padre bailando con su hija a upa? ¿O leyéndole un cuento a la noche para que se quede dormida? ¿O simplemente bañándola y lavándole el pelo? Si el día de mañana llego a casa y veo a Juli pintándole las uñas a Fer o haciéndole un peinado le pido, sin pensarlo, que nos volvamos a casar.
Hace unos años, la escritora Susan Anderson se preguntó qué es lo que más erotiza a una mujer. Hizo investigaciones y entrevistó mujeres de todas las edades y clases sociales. El resultado fue el libro "Porn for new moms" (Porno para nuevas mamás). Se trata de cuarenta fotos con hombres completamente vestidos (perdón si las ilusioné con el título de la nota) pero sumamente sensuales.
"Porn for new moms" de Susan Anderson
Porque un hombre que dobla la ropa, insiste en cambar los pañales, prepara la cena y se pelea con su jefe para llegar temprano a casa y ocuparse de todo es fuego chicas. Si el de ustedes es así o pinta para este almanaque no lo dejen ir.
"Yo me llevo al bebé al supermercado. Vos dormí la siesta"
Ok, podés cargarlo por un minuto, pero lo quiero de vuelta rápido
"¡Mirá! Le encanta el sonido de la aspiradora. Y deberías verla cuando paso el trapo húmedo''''''''
"No, vos relajate un rato. Ya descubrí como doblar todo con una sola mano"
Esta viene sin mensaje pero qué lindo sería llegar a casa del trabajo y encontrar a nuestro chico haciendo la cena con el bebé al lado, no?
"Le dije a mi jefe que tengo que irme a las 3pm todas las tardes así puedo venir a casa y darte un descanso". Listo te amo jeje
"Cariño, encontré este nuevo pañal que es barato, biodegradable, no se escapa nada, te lo llevan a tu casa y prácticamente se cambia solo"
Porque no se ustedes chicas, pero yo quiero al lado un padre que cambie pañales y se despierte a la madrugada para preparar una mamadera.
Que se anime a hacer el ridículo en los actos de fin de año y que se aprenda las canciones infantiles.
Que le haga trenzas a su hija antes de ir al colegio y que acepte ser el galán en cualquier cuento imaginario de princesas.
Que juegue a los vaqueros con su hijo y lo lleve a recitales subido a los hombros.
Que le ponga tanta pasión a los juegos con trenes, autitos y aviones como cuando le pidan jugar a la maestra.
Que le diga a su hija que es hermosa, ya que las revistas de moda y la tele seguramente algún día van a intentar hacerle creer lo contrario.
Que enseñe a su hijo con el ejemplo cómo tratar a las mujeres y que sea el mejor modelo para cuando su hija empiece a interesarse por los hombres. Nuestros hijos alguna vez serán la primera cita y el primer amor de alguien.
Y, por qué no, que cada tanto me traiga flores o me sorprenda con una rica cena.