Portador de una magia que no desaparece jamás
La gran pregunta que muchas novias se hacen es qué hacer con el vestido de novia después del casamiento. Ahora hay varias opciones, pero la mayoría de ellas, todavía, lo guardan.
Algunas lo ponen dentro de una caja. En esos casos, siempre aconsejo envolverlo primero en un par de capas de papel de seda blanco. Luego, unas 15 capas de papel de seda azul o negro. Esto evita que se torne amarillo con el tiempo. Y no debe darle la luz ni estar expuesto a posibles focos de humedad.
Otras novias lo venden. Y otras lo transforman en un vestido corto para poder usarlo en otras ocasiones; incluso, hay algunas que lo tiñen para poder usarlo en eventos como invitadas. De hecho, hay una persona de mi equipo de trabajo ¡que lo transformó en una pollera! Y es muy linda por cierto... Hasta la llevó a algunas reuniones.
Otras mujeres, las más arriesgadas, se animan a una sesión de fotos de t rash the dress. Pero, en la mayoría de los casos. por lo que vi, los vestidos no se destruyen del todo sino que se vuelven a usar en un ambiente más relajado...
Guardarlo para una hija es otra opción bastante vigente. La realidad es que no todas quieren usar el vestido de su madre aunque sí, tal vez, su velo o parte de su tela para armar un nuevo vestido.
Lo importante, más allá del después, es no perder de vista que el vestido de novia es el vestido de novia. No tiene carga: tiene un halo de magia e ilusión que no desaparece jamás. Y no es nunca "demasiado". Por eso, el día del casamiento hay que ponerse el que más identifique a quien lo lleva; el que la novia quiera, se case donde se case. Y algo fundamental: una mujer que se casa nunca estará over-dressed , ¡es su boda!
A mi vestido, por ejemplo, lo tengo guardado en una caja, con los cuidados que antes mencionaba. Una vez casi lo usa una de mis novias, porque su vestido a último momento no le fue bien y fuimos a casa para que se lo pruebe. Planeo volver a ponérmelo cuando renovemos los votos con Horacio. Claro que también me gustaría que mis hijas Manuela y Paloma quisieran usarlo o modificarlo cuando se casen, y también está allí para ellas. Pero yo no se los voy a pedir, en todo caso que sea su elección, si así lo desean.
Bárbara Diez