¿Preguntas de verano? Wainraich responde

Sospecho que la pregunta se burla de mí. Prefiero desnudo antes que zunga. No hay manera de llevar ese slip acuático con dignidad. Sólo Nicolás Repetto puede. Todos los demás, no. El cuerpo queda muy expuesto, pero el pito queda regalado. Se nota si es muy chico. Se nota si es muy grande. A veces tiene que ver más con la habilidad del caballero en acomodar que con el tamaño verdadero. Voto por la malla. Raro que las chicas de OHLALÁ! no digan "traje de baño".

Cuando hablan de la suegra al lado, quiero creer que hay una pared de por medio... ¡por lo menos! Prefiero esa opción: cómodo y en silencio antes que miles de granos de arena terminando con el romanticismo y perdiéndose en los lugares más íntimos de todo ser humano.

No sé qué significa 50 ni qué significa 15. Supongo que 50 te protege más. Entonces voto por ese. Por supuesto, necesito que mi mujer me diga que me tengo que poner protector solar. Las vacaciones, el tiempo libre, el sol, relajarse. Pero te tenés que poner protector solar. Una crema pegajosa que siempre se la rebusca para entrar en los ojos. ¿Por qué el disfrute nunca es 100 x 100?

¡Qué lindas son las ciudades! Pero si tengo que elegir entre mar o montaña, digo que me gustan los dos sin el contexto. Sí al mar, a ese misterio, a ese milagro infinito que nos baña y que se impone para recordarnos que somos poquito. El "no" rotundo es para la playa. Ese imán de suciedad en el que la gente se quita la ropa para exponerse a un planeta cancerígeno. Y la montaña es linda para ver. También es asombrosa e inspiradora. Pero después de asombrarme e inspirarme, ¿qué hago?

Todo es absurdo. La sombrilla cubre poco si es que vas con grupo familiar. Algo va a quedar afuera: un hijo, un termo, un bolso o, peor, una pierna que a la noche va a estar insolada y no te va a dejar dormir del fuego que vas a sentir. Y la carpa es mejor, claro. Pero que tres lonas y un cuadrado de arena cuesten lo mismo que un dos ambientes es inexplicable para cualquier persona de bien.

Es cierto que el barquillero es sinónimo de infancia. Pero me quedo con el choclo y la manteca. O choclo al mediodía y barquillo a la tarde.

Otra difícil. Turismo aventura para mí será despertarme a las 6.30 a. m., cuando mi hijo decida terminar su sueño. Cualquiera escala montañas, pero pocos se despiertan a esa hora en enero. ¿Reposera y Fernet? Me aburro.

La palabra "guardería" es fea. Como si pusieran a los pibes en un locker y con una llave los retirás. Son lugares recreativos. Si los chicos quieren y la pasan bien, está bueno que vayan un rato. Pero tirarse a una ola con los hijos es una experiencia que, para mí, no hay que perderse.

¡Cuántas preguntas sexuales! La calentura de la redacción de OHLALÁ! es inocultable. En las vacaciones, sexo cuando se pueda, no hay que guardar nada. Hay que saber aprovechar las oportunidades, porque siempre hay palos en la rueda que te puedan llevar a la virginidad veraniega: hijos, calor, arena, cansancio, cuerpos pegoteados por la transpiración y por el protector solar.