¿Probaste los vinos orgánicos? 8 sugerencias de un especialista

¿Cuál es la diferencia entre un vino orgánico y el Malbec que elegimos siempre y degustamos con cara de entendidos? ¿Su calidad? ¿Su precio? No necesariamente. El origen no es determinante para su sabor y existe una gran variedad en su costo. Pero al tomarlo podemos quedarnos tranquilos: estamos realizando un acto de consumo responsable. En los vinos orgánicos no se utilizan agroquímicos-ni pesticidas ni fertilizantes artificiales-, se respetan los ciclos naturales sin afectar a otras plantas, insectos y pequeños animales que integran el ecosistema, y la tierra mantiene sus nutrientes.

Por su parte, la agricultura biodinámica implementada por el filósofo Rudolf Steiner, el mismo de la pedagogía Waldorf, le asigna otro valor al vino. Regidos por el calendario astral para sembrar y cosechar, se estimula la proliferación de microorganismos en los cultivos. Al igual que en los vinos orgánicos, no se agregan aditivos para acelerar la fermentación, y se protege la biodiversidad en la zona de los viñedos, rotando los cultivos.

Una vez que se verifica que el vino cumple con los requisitos exigidos por los organismos nacionales e internacionales, se les coloca los certificados correspondientes que luego veremos en las botellas. Si no aparecen, es probable que estén en trámite o no hayan pasado por ese proceso, entonces serán llamados agroecológicos.

La propuesta trasciende modas y se incorpora al concepto de consumo consciente. Se trata de una tendencia internacional, cada vez más personas y empresas se preocupan por el cuidado del medioambiente, y por reducir su huella de carbono. Un ejemplo es la ONG MAPO (Movimiento Argentino de Productores Orgánicos) que desde hace veinte años promueve el acercamiento de los consumidores al mercado orgánico y reúne información técnica y científica útil para quien desea adentrarse en el territorio de los alimentos y bebidas libres de tóxicos, que "elimina el monocultivo, produce menos residuos, resguarda la calidad del agua, y evita la erosión de los suelos".

En la Argentina, aunque la producción de vino creció en un 59% durante 2014, los últimos datos arrojan que la mayor parte de ella está destinada a la exportación, alrededor del 80% será disfrutado por paladares europeos, el resto se repartirá entre Estados Unidos, Japón y otros; y solo entre el 1% y 2% quedará en el país. Juan Pino, Licenciado en Ciencias Ambientales y uno de los organizadores de la Feria de Vinos Orgánicos, opina que en la Argentina el consumo se encuentra en una etapa de crecimiento y es optimista al respecto. "El vino orgánico llegó para quedarse. Todavía es un mercado incipiente, pero a largo plazo no hay otra: lo sustentable es un camino de ida. No sólo se trata de tomar los mejores vinos del mundo, sino los mejores vinos para el mundo."

Si tenemos la suerte de viajar a Mendoza, además de disfrutar del paisaje montañoso y su gastronomía, podremos hacer la "Ruta del Vino" y recorrer los viñedos y las bodegas de vinos orgánicos que hay en la región, observar desde adentro el proceso mágico de la transformación de uva en vino y saborear los diferentes varietales que ofrecen las bodegas Andalhue, Familia Cecchin, Vinecol, Alto Salvador, DomaineBousquet y Krontiras, entre otras. Según datos del CENASA, son cerca de 60 los productores de vinos orgánicos en el país. También se destacan las provincias de Salta, La Rioja y Catamarca, que le aportan las características del clima y el suelo de la región cordillerana del Noroeste a marcas como Nanni, Oralia, Amalaya, La Riojana y Vinos Abaucán.

¿Cómo elegir un buen vino entre estas opciones? Consultamos al periodista Pancho Barreiro, amigo y socio de Juan Pino en la Feria de en Vinos Orgánicos:

Es difícil recomendar ocho vinos cuando en la feria participan casi ochenta etiquetas diferentes, pero haremos un intento. A modo personal, y como diría Serrat, "contra gustos no hay disputas", me animo a nombrar algunos:

- Buenalma Malbec de Finca Dinamia, es un Malbec con presencia, pero sin perder su tipicidad varietal.

- Doña Silvina Petit Verdot de Krontiras, una uva que cada vez cosecha más seguidores y se va ganando su "club de fans".

- Familia Cecchin Carignan, de esas ricas "rarezas" que sorprenden a los no tomadores convencionales de vinos.

- Domaine Bousquet Cabernet Sauvignon, porque los clásicos nunca mueren y los Cabernet Sauvignon siempre tendrán sus fieles seguidores.

- Pircas Negras Torrontés de La Riojana, en honor a nuestra cepa auténtica, es un blanco fácil de beber y sabroso.

- Medanos Extra Brut de Vinecol, porque los espumantes tienen "eso" que siempre uno los disfruta.

- Cabernet Sauvignon de Vinos Abaucán, desde Catamarca, esta pequeña bodega que realiza partidas muy chicas es ideal para finalizar el recorrido por la feria.

- Doña Silvina Malbec Reserva de Krontiras, una bomba de buen cuerpo para darse un gusto.

El regreso a los métodos de cultivo tradicionales, pero con las herramientas de tecnología actual parece ser una fórmula infalible que da como resultado un vino tan delicioso como el que producen las mejores marcas del sector vitivinícola, pero con un plus saludable que además ayuda a proteger el planeta.

Tendremos la oportunidad de probar vinos orgánicos y biodinámicos en la segunda edición de la Feria de Vinos Orgánicos que se realizará el 21 y 22 de agosto en el Museo La Botica del Ángel. Acerca de su objetivo, Juan Pino explica: "queremos acercarle los vinos orgánicos a la gente en una feria única en la Argentina, para que tenga la posibilidad de probar vinos que de otro modo no conocerían, y que satisfacen a los más exquisitos paladares internacionales."

Para más información sobre vinos orgánicos www.vinosorganicos.com.ar