Programá tu cerebro para entrenar mejor
La medicina avanza a pasos agigantados. Sin embargo, la mayoría de las enfermedades solo florece cuando el terreno es apropiado, y esas condiciones de base las conforman el estilo de vida, el ejercicio y la alimentación. Asimismo, llevamos años sabiendo que cuerpo, mente y espíritu son uno, y que cualquier mejora que introduzcamos en uno repercute en los otros (y lo mismo vale para los desarreglos).
Para ello convoqué al neuropsicólogo Sergio Lotauro, un convencido de que la autoestima puede fortalecerse con el entrenamiento, no solo por vernos mejor, sino porque además le transmitimos a nuestro cerebro un buen autoconcepto. “Si no somos congruentes entre lo que sabemos, nuestros valores y cómo nos comportamos, es difícil que nuestro cerebro nos tome en serio”, sostiene. Así, con cada pequeña decisión que tomamos estamos programando nuestra mente, dándole información para que luego pueda hacernos sentir orgullosos o miserables.
Y esto, que para algunos puede sonar como una condena, en realidad es la puerta a una filosofía de mejora constante. Para el especialista, esto no quiere decir darle un giro de 180 grados a la vida, sino proponernos estar cada día un poco mejor que ayer. Es decir, introducir cambios pequeños, pero constantes y cotidianos. “Si conseguimos apenas un 0,5% de mejora todos los días en algún aspecto específico que queramos mejorar, luego de un año habremos alcanzado un porcentaje escandalosamente superior”, apunta Lotauro.
Es importante hacer eso que posea un significado trascendental para nosotros, y no lo que más convenga en un determinado momento. Cuando hacemos algo que sabemos que está mal o que a la larga nos perjudica, nuestro cerebro nos está observando y extrae conclusiones sobre quiénes somos y cuánto valemos. Sí, en el momento se disfruta, pero después no se olvida. Es probable que nos cueste perdonarnos y quede lastimado nuestro sentido de autoeficacia.
En este camino, también es importante aprender a identificar a la gente tóxica. Según Lotauro, la gente tóxica se rige por la tan actual “filosofía simplista barnizada de hedonismo vacío sobre centrarse en el momento presente, hacer solo lo que tenemos ganas de hacer y despreocuparnos por lo que depare el futuro”. Estas son formas de ver la vida que ni se hacen cargo de las consecuencias ni se esfuerzan por evolucionar o proyectar sobre una mejora permanente. ¿Cómo reconocer a esa gente? Es la que aconseja que debemos relajarnos y disfrutar el presente, pero si miramos en detalle su vida, vemos que no tiene mucho sustento ni ha logrado nada demasiado valioso. Y si lo que vemos no es un modelo a imitar, ¿por qué hacerle caso a sus consejos? Mejor seguir en busca de nuestra mejor versión, un día a la vez.
Libros
Para mantener la mente en forma
- Emprender te cambia la vida, Wexwe
- Mate la preocupación y viva para siempre, Norman Vincent Peale
- Piense y baje de peso, Federico Barolin
- El faro, Norman Vincent Peale
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