Pronóstico del tiempo: días para quedarse en casa
El tiempo no para
Aquí estamos de nuevo en la antesala de un fin de semana que no invitará a salir de casa. Si bien las calificaciones meteorológicas son siempre subjetivas los últimos acontecimientos referidos a la pandemia han subvertido la valoración de los eventos que tendremos por delante. A esta altura ya no sé si nos benefician las altas temperaturas o no, tenemos un día de calor muy fuerte por delante y puede más que ayude que perjudique. Por ende, el posterior impacto de aire muy frío que bajo normales circunstancias podría ser festejado por todos quizás pueda no ser tan estratégico.
Quedarse en casa todo el fin de semana para quienes somos cultores de cierto ostracismo no es mala noticia, pero para aquellos que después de trabajar toda la semana quieren salir siempre fue una mala idea. Ahora parece en estos tiempos que corren que algunos eventos obligarán a muchos a guardarse. No se sabe a ciencia cierta si el calor ayuda o no a contener la situación. En realidad, no se sabe nada pero sí es cierto que un adelantamiento de escenarios invernales no haría más que complicarnos. Se acerca un fin de semana para guardarse en casa, con lluvia y viento frío y, para como están las cosas, puede significar buenas noticias.
Jueves: se termina la lluvia
Después de empaparnos ayer durante todo el día volvemos a tener un arranque inestable en la ciudad de Buenos Aires con un amanecer que podría dejarnos algunas lluvias intermitentes. Lentamente los nubarrones se retiran y nos dejan una tarde más estable y una noche sin previsión de lluvias. El mercurio asciende levemente con respecto a los últimos días con 28°C de máxima. Comienza un descenso de aire caliente que sostiene la temperatura nocturna en 25°C y que será determinante para la vuelta del calor al día siguiente. Intente no olvidarse el paraguas en el trabajo, puede salir temprano de casa con nubarrones amenazantes y volver con el cielo mucho más limpio.
Viernes: el verano no se rinde
Para mañana tendremos un amanecer agradable, con cielo parcialmente nublado y 23°C de salida. No se abrigue más de la cuenta, es el comienzo de una jornada de calor fuerte con marcada amplitud térmica. Ya a media mañana el termómetro inicia su carrera hacia una tarde de mucho calor con el mercurio pretendiendo tocar los 33°C vespertinos. La vuelta a casa será con la campera al hombro y el cierre del día nos devuelve a lo peor del verano con 29°C. Lo de mañana es un verdadero batacazo térmico. Justo cuando la situación comienza a salirse de control y parece dirigirnos a un nuevo escenario de calor intenso llega aire frío a la ciudad pasada la medianoche y nos saca las papas del fuego. Puede llover en las primeras horas de la madrugada con un brutal descenso de temperatura. Lleven abrigo los que salgan.
Sábado: ideal para resfriarse
Se viene un fin de semana que no alienta a planificar actividad al aire libre. El sábado puede ofrecer lluvia desde temprano. Si bien las precipitaciones se muestran débiles podrían ser continuas solapando todo el día. Se espera una jornada con intenso viento frío que obligaría al mercurio porteño a replegarse en 25°C máximos. La lluvia podría no dar tregua nocturna, lo que complicaría los planes de quienes quieran salir o tengan algo en agenda. Parece ser un día ideal para guardarse.
Domingo: la vuelta de las mañanas frescas
La jornada dominical ofrece una mañana inestable en la que estaremos receptivos a lloviznas intermitentes hasta el mediodía. Será la primera mañana fresca en un mucho tiempo, con 15°C en el cemento porteño y algo menos en la zona suburbana. La tarde puede traer una leve mejora conservando todavía la probabilidad de algunas lluvias aisladas. El viento frío en superficie obliga al termómetro a retroceder varios casilleros y ofrecería la máxima más baja en lo que va del año con 21°C por la tarde.
Eso es todo, amigos. El dengue me pide calor y lluvia, el coronavirus me pide frío así que ambos no saldrán decepcionados con la previsión meteorológica. Como canciller del invierno reconozco que no es conveniente una intromisión temprana del Yeti pero eso no me impide invitarlos al próximo episodio en el que, a horas del equinoccio, celebraremos la consumación del verano.
Hasta la semana que viene.