Cuando termino la baja calorías de frambuesa, siempre llego a la misma disyuntiva: ¿tiro su frasco o lo guardo? Tirarlo me parece tremendo, así que la segunda pregunta es ¿qué hago con él? Estoy esperando a terminar la mostaza Maille para perforar su tapa y convertir el pote en salero, pero hasta ahora sólo guardé frascos para usar de florero.
Un primer paso sería pensar en reciclar el vidrio que desechamos en casa. El sitio Dónde Reciclo nos dice qué se puede reciclar y dónde. Pero también podemos aprovechar que son recipientes nobles y duraderos para resolver temas de guardado en casa…
En Crisol me trajeron un frasquito con mermelada para acompañar mi desayuno; Romina, diseñadora de Corazón de Algodón aprovecha todos sus frascos para guardar especias, hongos secos, semillas, etc.; a ella ya la conocimos por su Furoshiki. Romina guarda los potes de yogur Dahi con el mismo fin porque sus tapas herméticas son ideales para almacenar comida; y Vanina de Ayloviú Home los usa para acomodar sus pinceles y para hacer colores.
¡Hasta en Rumania se recicla! Maia estuvo de viaje en Brasov y se hospedó en Casa Noua cuya dueña y anfitriona, Anu Despan, armó un especiero atornillando las tapas metálicas en la base de la alacena. Si querés sacar tomillo o sésamo, sólo desenroscás el frasco. Así de fácil.
Antes de irnos les anticipo que el viernes cerraremos el concepto "frascos" con una colaboración de lujo y buenas ideas para hacer regalos. Ustedes, en casa, ¿qué hacen con el frasco cuando se termina la mermelada?