Recorrido: librerías para cultivarse

Leerle a un chico es enseñarle a soñar, inventar y jugar. Con ese desafío, el matrimonio de Judith y Walter fomenta la lectura infantil desde hace más de diez años. Tienen libros de tela para bebés, una sección imponente de ilustrados, novelas gráficas para adolescentes, microrrelatos atrapados en frascos y rarezas importadas.

Lo mejor: los títulos están ordenados por edad, pero los libreros indagan en la personalidad del pequeño lector para recomendar con puntería.

Cuándo: lunes a viernes, de 10 a 19:30, y sábados, de 10 a 14.

Dónde: Aráoz 594.

En una residencia señorial de principios del siglo XX y bajo un original montaje de libros colgantes, nació la librería de la editorial Ampersand, dirigida por Ana Mosqueda. Los títulos fueron elegidos en un proceso artesanal: hay literatura latinoamericana, clásicos, curiosidades editoriales y libros-objeto, nacionales e importados. Podés tomar el té o almorzar en plena librería.

Lo mejor: hay un menú con una propuesta de lectura temática. Cuándo: lunes a viernes, de 9 a 21, y sábados, desde las 10.

Dónde: Cavia 2985.

Un trío de fotógrafos -una especialista en moda, otro en publicidad y uno abocado a lo editorial- abrió en Villa Crespo una librería dedicada a libros, revistas y fanzines de fotografía. Y la propuesta es más amplia porque, además, cuentan con un espacio de exhibición y un programa de talleres y seminarios muy tentador.

Lo mejor: los sábados a la noche proyectan documentales y cierra un DJ.

Cuándo: martes a sábado de 16 a 20.

Dónde: Malabia 1066.

Cansada de su trabajo como economista en un organismo público, Nurit Kasztelan montó una librería en un ambiente de un PH reciclado de Villa Crespo. Para visitarla, tenés que coordinar una cita y, mientras la gata Amelia pide mimos, podés hojear los mejores títulos de narrativa y poesía contemporánea argentina y latinoamericana.

Lo mejor: dispone del catálogo completo de las editoriales independientes, una figurita difícil en las grandes librerías.

Dónde: acordá la visita por mail y consultá la dirección.

Dos hermanos ingleses radicados en Buenos Aires, Daniel y Alex, son los mentores de esta joya oculta. Lectores voraces, tardaron poco en descubrir a Horacio Quiroga como un Kipling local. Se especializan en libros antiguos y usados en inglés, francés y alemán, pero tienen una buena oferta de narrativa en castellano y arte.

Lo mejor: el catálogo está online, pero podés revolver ejemplares y aceptar recomendaciones en el showroom.

Cuándo: lunes a viernes, de 13 a 19, y los sábados, de 10 a 15.

Dónde: en Belgrano, consultá la dirección por mail.

En un local de San Telmo con olor a canela y manzana que evoca a la mítica Shakespeare & Co. de París, se ofrece una variedad de libros usados en inglés. El fuerte son los títulos contemporáneos que aún no están traducidos, obras completas y preciosas ediciones de los clásicos. Desde los collected stories de Graham Greene hasta Jonathan Franzen.

Lo mejor: el exhibidor que atesora solo primeras ediciones.

Cuándo: martes a domingo, de 12 a 20.

Dónde: en Estados Unidos 617.

Cada vez son más los sellos independientes que abren su librería para llegar directamente a los lectores.

Zorro Rojo: especializada en libros ilustrados, esta editorial inauguró en 2013 la tendencia con un local en el Patio del Liceo.

Dónde: Santa Fe 2729.

Bajo la Luna: es un sello interesado en los textos que se escriben aquí y ahora, pero que también edita a coreanos o islandeses. En abril, estrenó tienda propia en Villa Crespo.

Dónde: Aguirre 458.

Eloísa Cartonera: la cooperativa que trabaja con materiales reciclados acaba de abrir un nuevo espacio en Almagro.

Dónde: Venezuela 3892.

En Palermo se fundó Alamut, la primera librería-vinoteca porteña. La elección de bodegas boutique y de los títulos es un recorte de autor que cumple con el mandato de "poco pero bueno". Y hay más, porque la apuesta se eleva a articular una comunidad de amigos. La escritora Fernanda García Lao da allí un taller de narrativa los martes a la noche y ahora Mariano Dupont armó un grupo los lunes. También organizan presentaciones con autores y ciclos de cine gratuitos.

Dónde: Borges 1985.

Por Ana Clara Pérez Cotten.