¿Sabés cuánta agua tenés que tomar cuando viajás en avión?
Mirá cómo tenés que hidratarte, reactivar la circulación y otros cuidados durante un vuelo.
23 de noviembre de 2017
Subirse a un avión suele ser un placer (salvo que viajes por trabajo y ya estés cansada de estar de acá para allá). De una manera u otra, las condiciones a las que nos exponemos suelen afectar nuestra circulación, nuestro reloj biológico, nuestra piel...
Para contrarrestar los efectos de un viaje más allá de las nubes, la Aerospace Medical Association -una organización estadounidense que se ocupa de la salud área- publicó algunos consejos que está bueno tener en cuenta.
Hidratación y humedad
La humedad en la cabina suele ser baja: alrededor de un 20%. Esto puede ser bastante incómodo si tenés la piel muy seca o sufrís de irritación ocular.
¿Qué hacer?
-Consumí 250 ml de agua por cada hora que estés en el aire y llevate un spray nasal hidratante.
-Limitá el uso de alcohol, gaseosas, té, café y otras bebidas con cafeína. Cualquiera de estas opciones colabora con la deshidratación.
-Si usás lentes de contacto, cambialas por anteojos.
-Aplicate crema humectante en el rostro y las manos. En los labios, bálsamo.
-Si tus ojos suelen irritarse, llevate unas gotitas.
Tené en cuenta estas recomendaciones para ahorrarte malestares auditivos, nasales y digestivos:
-Evitá volar si tenés infección nasal o en el oído. La congestión no permite que el aire fluya libremente por estas cavidades y podría provocarte dolor, sangrado e incluso la ruptura del tímpano.
-Comé despacio y evitá alimentos que te produzcan gases (maní, repollo, etc.) o líquidos carbonatados poco antes de un vuelo. El aire o el gas ingeridos se expanden en la altura y puede causarte dolores estomacales.
-En vuelos largos, estamos sentadas bastante tiempo y si sufrimos de mala circulación, la sensación no es muy placentera. Podemos sufrir dolor y rigidez muscular.
Qué tener en cuenta
-Usá ropa suelta y evitá cualquier prenda demasiado ajustada.
-No coloques ningún bolso o cartera debajo del asiento, así podés estirar un poquito más las piernas.
-Levantate cada 45 minutos y caminá durante 5 minutos por el pasillo del avión.
-Realizá ejercicios mientras estás sentada: rotá los tobillos y pasá el peso de los pies de la punta al talón.
Jet-lag
-La exposición a la luz solar es la herramienta más poderosa para acelerar tu adaptación a una nueva zona horaria.
-Tratá de mantener la hora local de nuestro país durante viajes cortos (menos de 24 horas lejos de casa).
-Intentá ajustarte antes de viajar, si vas a pasar más de 48 horas en el país de destino: levantate y andate a la cama más temprano o más tarde, dependiendo de la diferencia horaria.
-Si tomás medicación, hablá con tu médico o médica para saber cómo reajustarla.
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