Sark: la isla sin autos ni subas de impuestos que busca atraer nuevos habitantes
Mientras el aislamiento por la pandemia de coronavirus obliga a las personas a quedarse en sus casas y limita la posibilidad de viajar, una pequeña isla inglesa en el Canal de la Mancha frente a las costas de Francia, ofrece la posibilidad de mudarse allí y empezar una nueva vida en un paraíso natural y económico.
La Isla de Sark, de apenas 400 habitantes, busca 600 personas para que se muden a su territorio, donde los impuestos no suben y no existen los autos.
La pequeña isla está ubicada en medio del archipiélago de Guernsey y parece extraída de una película. Tiene laderas verdes e interminables, magníficos acantilados y atractivas cumbres. Las personas solo se mueven en bicicletas, carrozas o caballos. Y el alumbrado público no existe, por lo que se pueden admirar las estrellas sin ninguna contaminación lumínica.
Aunque Sark está regida bajo las normas de la corona británica, tiene su propio sistema administrativo legal independiente. Y desde hace algún tiempo la isla, que ha sido motivo de discordia entre conquistadores franceses e ingleses, vio como su población comenzó a menguar como nunca antes en su historia. Por eso, uno de sus residentes, Swen Lorenz, decidió poner en marcha una iniciativa a la que llamó Sark Society, que tiene como objetivo captar nuevos pobladores para apaciguar el fenómeno de falta de población.
La iniciativa ya fue aprobada por Christopher Beaumont, señor de Sark y heredero de Sibyl Hathaway (quien fue la dama de la isla desde 1927 hasta 1974). "Soy residente de Sark desde 2004 y durante los últimos 16 años he sido testigo de cómo la población ha disminuido de 650 a solo 400 habitantes en la actualidad. Cuando estalló la pandemia mundial causada por la Covid-19, noté entre mis amigos, que muchas personas estaban realmente interesadas en Sark", contó Lorenz.
¿Por qué hay que mudarse a Sark?
"Sea uno de los 500 habitantes en crear un nuevo estilo de vida", es el lema de la campaña de promoción que publicó Lorenz en el sitio web. Es una guía detallada de 250 páginas con un minucioso asesoramiento que pretende dar respuesta e información útil a quien tome la decisión de asentarse en la isla.
El pequeño archipiélago, de 45 kilómetros cuadrados, tiene mucho espacio (la densidad de población es menos de la mitad que la del Reino Unido), además de la paz y tranquilidad que esto proporciona. También es una isla de cielo oscuro, lo que significa que tiene un cielo ideal para observar las estrellas.
"Los habitantes de la isla disfrutan de la naturaleza y de una comunidad respetuosa. Además, no hay peligro de que los impuestos se salgan de control porque el gobierno está libre de deudas. Así que pensé: 'esta es una forma de vida que me gustaría poner a disposición de más personas '", contó Lorenz.
El clima de esta isla británica, entre la península de Cherburgo en Francia y el sur de la costa de Inglaterra, es templado. Solo tiene algunas heladas en invierno y dispone de muchos días de sol radiante en verano, con temperaturas que no superan los 30 grados. La pintoresca costa posee tres pequeños puertos: Creux, La Maseline y Havre Gosselin.
En la página web se dan a conocer todas las condiciones necesarias para mudarse a este lugar. El plan tiene como objetivo aumentar la población de Sark a "800 o tal vez 1000" personas para asegurar el futuro financiero de la isla.
Para obtener una membresía, es necesario pagar unos 1650 dólares. De acuerdo con la iniciativa, esta membresía es "demasiado barata", ya que debería valer "5000 dólares, o tal vez 10.000".
En cuanto a las posibilidades de trabajo, la principal fuente de empleo de Sark es estacional debido al turismo, pero también hay otros residentes que trabajan en finanzas o tienen negocios online.
Hasta el momento, Lorenz ha conseguido que una pareja londinense se traslade de manera definitiva a Sark, que otras dos personas firmasen un contrato de alquiler y que unas veinte se suscriban a su iniciativa a través de la web.
Lorenz, para convencer a los candidatos, cita varias razones para trasformar la isla en su nuevo hogar: el espíritu comunitario de Sark, la conexión rápida a Internet, los bajos costos de instalación y la falta de impuestos, entre otras.
Sin autos ni impuestos altos, sin alumbrado nocturno ni mucha gente, este paraíso está solo a un clic de distancia. La pregunta que se hacen los residentes es si habrá un éxodo masivo a la pequeña isla, o si esta se perderá entre la niebla del Canal de la Mancha.
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