Se pintó simulando una enfermedad para faltar al colegio pero todo salió mal
El ingenio de esta nena inglesa de seis años llenó de ternura a sus padres.
Lily Schooley quiso evitar que la enviaran a la escuela porque tenía un examen de ortografía para el que no había estudiado. Para lograr su cometido, se le ocurrió fingir una enfermedad, pero todo se le fue de las manos.
Para lograrlo, la nena decidió hacerse unos puntos rojos en todo el cuerpo con un marcador indeleble y luego les contó a sus padres que se había contagiado varicela y que por eso, no podía ir a la escuela.
Pero la pequeña tuvo un descuido fatal para su cometido: unos minutos antes de comunicarles a sus padres que estaba enferma, le había pedido a su mamá que le prestara el marcador.
Conteniendo la risa, sus padres decidieron seguirle la corriente y le dijeron que tendrían que ir al médico y que, probablemente, tendrían que ponerle alguna inyección.
En segundos, la cara de Lily se transformó y decidió ir al baño a quitarse las manchas que se había pintado, pero no salieron ni con jabón, ni con champú, ni con alcohol porque el marcador era indeleble.
Por ende tuvo que ir al colegio con una nota en la cual sus papás contaban y explicaban que las manchas no eran contagiosas y que sólo eran producto de una travesura de la nena.
"La casa siempre está llena de risas con Lily. Ella es muy ingeniosa. Mi marido y yo estábamos llorando de risa, tratando de no decir lo que sabíamos", señaló la madre de la traviesa nena al diario The Sun.