Ya es abiertamente aceptado que el hombre tome algunas precauciones para mantener su imagen siempre radiante. Acá te damos algunas ideas.
Si hasta hace un par de años preocuparse por la apariencia de uno, entre los hombres, estaba algo mal visto; de un tiempo a esta parte esta mirada sobre el cuidado personal cambió mucho. Hoy en día, el hombre ha comenzado a mirar con más detenimiento el tipo de desodorante que compra, busca cuidadosamente su fragancia favorita y entiende que cuidar el aspecto de su cabello o su barba, es un pequeño detalle que impacta positivamente en su imagen.
Acá te damos algunas sugerencias para que tengas en cuenta al momento de buscar la mejor forma de cuidarte. Mirá estas sugerencias y contanos cuáles sumarías a la lista.
Cuidado de piel
Claramente el lugar por donde tenemos que empezar es por acá. La piel no sólo es el órgano más extenso que tenemos los hombres, sino que también es nuestro contacto con el mundo exterior. Por eso es el que más padece las agresiones del medioambiente, y es muy importante empezar a tomar recaudos lo antes posible.
En esta época del año, otoño e invierno, la piel suele resecarse por culpa del clima. Menos lluvia y más frío, son una mala combinación. Por eso, es importante usar alguna forma de hidratarla. Debe evitarse completamente usar los productos hechos para la mujer, en general no se llevan bien con las particularidades de la piel del hombre. Estos productos tienden a ser muy grasosos y, con la barba del hombre, pueden generar más problemas que soluciones. Tampoco es recomendable usar el jabón de tocador común y corriente, suelen resecar mucho la piel.
Lo ideal es recurrir a alguno de los productos especialmente desarrollados para el cuidado de la piel. Hay gran variedades de cremas y espumas que están hechas especialmente para el cuidado de la piel. Lo mejor es buscar alguna que limpie de impurezas y controle la grasitud: De todas formas, evalúa bien qué tipo de piel tenés (seca o grasosa) y buscá el producto que mejor se adapte a ella.
Afeitada perfecta
Acá llegamos al punto más controversial del cuidado masculino. Si antes todo era jabón y colonia, hoy las opciones para el cuidado de la piel de la cara son muy diversas y se adaptan a la necesidad de cada persona.
Para tener una afeitada perfecta hay dos cosas a tener en cuenta. Por un lado el proceso: antes de empezar, hay que limpiar bien de impurezas la cara. Esto se puede hacer con lociones pre afeitado o simplemente con agua caliente y jabón. Por esto mismo, es recomendable hacerlo después de la ducha.
Una vez limpia la piel, procurar secar bien la superficie y, con los dedos, masajear la barba hasta encontrar la dirección del cabello. Cuando encontremos la dirección en que crece el pelo, comenzar con la afeitada. Las opiniones están divididas si hacerlo en contra o a favor del cabello. Esto dependerá de qué tan sensible tengas la piel. Durante el proceso, es importante que vayas guiando la afeitadora con una de tus manos, tensando la piel para lograr un corte más al ras.
La segunda parte que hay que tener en cuenta es el cuidado posterior de la piel. Para esto hay muchas opciones que varían en función de tu piel y tu bolsillo. La clave para elegir es que tu after shave no tenga alcohol y que te provea de la humectación adecuada.
Para evitar la irritación o una afeitada despareja, es conveniente optar por las afeitadoras eléctricas, que son menos abrasivas a la piel y brindan una afeitada más precisa. Además, tienen la ventaja de que permiten graduar el largo del vello, para lograr un look más casual de "barba de dos días".
La esencia de un hombre
Antes y después de vos está tu fragancia. El perfume es eso que te anticipa y que, una vez que saliste de algún lugar, permanece. Por eso es importante elegir un perfume que, a la vez realce tu identidad, pero que a la vez no te empañe.
El proceso de adoptar una fragancia propia es similar al proceso de maduración de nuestra personalidad. Cuando uno es joven pasa por una etapa de constante cambio, en busca de la mayor cantidad de experiencias posibles. Así es como podemos elegir una fragancia para cada situación: una para ir a trabajar, una para nuestra vida nocturna y otra para después de hacer deporte y para salir durante el día.
Para esto podés elegir esenciasfrutales, con un leve toque de acidez, que las haga más frescas.
Pasada la etapa juvenil, los primeros signos de maduración se empiezan a evidenciar y abandonamos el cambio constante por el hábito. En esta etapa podemos decidirnos por una fragancia que nos de seguridad y una imagen más adulta. Constante y definida, que nos pueda acompañar por igual en todos los aspectos de la vida: el trabajo, la familia y los amigos.
Para esta etapa podés recurrir a fragancias más de carácter más fuerte, como las maderas o la lavanda, que son más elegantes y sencillas al olfato.
La tercera etapa es la madurez, donde la experiencia te da las herramientas para comenzar a salirte de los caminos establecidos y a romper con la rutina, sin perder el rumbo. Aquí se experimenta con fragancias más particulares en su composición, esencias complejas y más interesantes.
El desodorante
Es un tema bastante controversial. Elegir un desodorante puede ser más difícil de lo que parece. Sin embargo, antes que nada, hay que tener en claro que el desodorante es para evitar el olor corporal fuerte. A partir de allí tenemos dos opciones: el antitranspirante o el desodorante. Básicamente la diferencia entre ambos es que uno actúa sobre la transpiración, neutralizando el olor que desprende el cuerpo, y el otro actúa evitando la transpiración.
Ahora bien, la segunda cuestión a tener en cuenta es sobre el método de aplicado: en barra, en crema o en spray. Para esto hay fundamentalistas de ambos lados. Los que están a favor de los cremosos dicen que son menos nocivos para la piel, y se absorben mejor que los spray, ya que entran en contacto directo con la superficie. Por otro lado, los que prefieren el spray aseguran que el desodorante se seca más rápido y que por eso deja menos manchas en la ropa.
Más allá de estas dos cuestiones, la elección queda a gusto y uso de cada uno. Y en general
Cuidado del cabello
En este último punto es donde se pone más espinoso el tema. Muchos hombres creen que con un lavado diario y un aplique de crema de enjuague se acaba del cuidado del pelo. Sin embargo, el pelo es una de las partes del cuerpo que más cuidado necesita.
Por un lado, empecemos por el lavado. No hace falta que te pases shampoo todos los días, las grasas del pelo son naturales y ayudan a protegerlo del maltrato. Con que te laves cuatro veces por semana, está bien. A la vez, es importante que tengas un buen shampoo y una buena crema de enjuague para hacer limpiezas profundas del cabello.
Pero con tener el pelo limpio no alcanza para cuidarlo. Es importante que tengas en tu casa una máquina para cortar, habitualmente, esos pelos que crecen desparejos y para darle retoques a tu corte, siempre que sea necesario.
No sólo de un buen corte y de un buen shampoo vive el cabello .También podés complementar el cuidado de tu estilo con gel o cera que, no solo le aportan nutrientes, sino que también te permiten peinarte con más facilidad.