Hace un año y medio, en el Día de la Madre, Josafat Mora Chacón (9) recibía una noticia de esas que nadie quiere escuchar. Tras una serie de estudios luego de que se cayera de la bicicleta, los médicos descubrieron un agresivo cáncer de hígado. Y cómo lo anímico es un factor sumamente importante en este tipo de diagnósticos, su familia se unió para apoyar al pequeño en la dura batalla que tenía por delante.
Fueron varios meses de quimioterapia para reducir el tumor y poder operarlo. Tras la primera cirugía, Josafat mostró una buena recuperación, pero lejos de poder cantar victoria, otro bulto volvió a formarse. Debió someterse a una segunda operación y varias sesiones más de quimioterapia en el Hospital Nacional de Niños de San José de Costa Rica.
Para acompañar su tratamiento, la familia del pequeño Josafat debió acondicionar los ambientes de la casa. Así, el niño que forma parte de uno de los grupos de riesgos en medio de la pandemia de COVID-19, pudo permanecer aislado durante su recuperación.
"Él es como hijo, me hago cargo de él desde que tenía tres años. Y cuando me dijeron que iba a ser su última sesión de quimioterapia, se me ocurrió escribirlo en el parabrisas del auto de mi hermana", le explicó el padrastro al medio costarricense La Teja.
La noticia se viralizó luego de que un conductor le tomara una fotografía al auto en el que viajaban Josafat y su padrastro y la enviara a la cuenta de Facebook de Accidentes de Costa Rica.net