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 • HISTORICO

Tantra y Yoga, el arte del equilibrio




Dicen que somos dueños de nuestro destino. Pero a veces, en la práctica, no lo vemos, nos acostumbramos a pensar por nuestra educación que estamos determinados a ciertas prácticas, ciertas ideas compartidas con nuestro entorno, cierto camino de crecimiento que solo puede ir en una dirección. Pero la experiencia, para muchos, puede ser diferente. Son los que sienten que no es suficiente con tener un trabajo estable, estudios, una profesión, son los que necesitan indagar en la profundidad de su conciencia para evolucionar en un camino de cambio constante.
Para Eduardo Socolovsky, su búsqueda interna de sanación lo llevó a dejar ese colchón de familia, amigos y trabajo, para emprender un viaje por Europa, África y la India. Aprendió técnicas de yoga y tantra con maestros orientales y se quedó un tiempo en las afueras de Barcelona, donde abrió en 2003, junto a tres personas “La Encantada”, una comunidad en la que daban talleres y organizaban retiros con maestros invitados y chamanes de Perú. “Fue un centro de intercambio de muchas culturas, yo terminé viviendo en la montaña, experimentando sobre huertas, y construcción natural”.
Ese aprendizaje lo aplicó para abrir un centroen Buenos Aires, y luego trasladar la experiencia de Artes Saludables a su escuela en Villa Yacanto de Calamuchita, en Córdoba.
-Fue un paso natural. Al crear un espacio en la naturaleza creas un espacio para que la gente experimente el yoga, el tantra, la meditación. Al hacerlo en la naturaleza eso se potencia, también con la convivencia de los retiros salen cosas interesantes de crecimiento personal, eso ya sana un montón.
-¿Por qué elegiste, después de viajar por el mundo, abrir un lugar como el de Córdoba?
-Durante muchos años no consideraba que me estaba formando para compartir profesionalmente. Las cosas que hice son tradicionales, orientales. En esa cultura no existe mucho el concepto de formarte profesionalmente, no hay división entre la búsqueda interior y el compartir, todo parte de un mismo movimiento.
-¿Se apunta al crecimiento espiritual?
-Para mí lo más correcto es hablar de técnicas o artes, no creo tener la respuesta de lo que es o no espiritual. Hay muchos caminos y yo comparto estos a quienes les puedan resonar. Entiendo que estas artes no son para todo el mundo. A veces hay un poco de arrogancia en algunas escuelas en decir “esta es la posta”. Yo creo que cada uno nace con una combinación única de dones y talentos y puede resonar con ciertas técnicas.
-Como en la alimentación, por ejemplo.
-La alimentación es un campo muy personal, cada uno tiene que descubrir cuál es la que va bien. Por eso yo soy muy cuidadoso al compartir mis experiencias. El hecho de que me haya resultado a mí no significa que es lo mejor para todo el mundo.
-¿Cual es tu camino hoy?
-Ayurveda en la alimentación. Y en el arte de vivir, ayurveda, tantra y yoga. Creo que el tantra y el yoga son una de cal y una de arena, como dice una frase hindú, “una correcta armonía entre gozo y trascendencia”, la energía masculina y la femenina. Creo que hay cosas en las que necesitamos luchar y cosas en la que debemos rendirnos. El yoga representa la lucha, el autocontrol, el guerrero, contenernos, reprimirnos. El tantra lo contrario, el soltar, el fluir, por eso si nos vamos a los extremos estamos en el horno. Pero nunca te voy a decir cuándo aplicar una y cuándo aplicar otra. Porque ahí está el misterio de la vida. Creo que son herramientas, que tenemos que tener disponibles pero no hay un manual que te diga lo que tenés que hacer ante el lienzo en blanco, porque si no, no sería vida.
-¿El tantra en qué consiste?
-El tantra es muy antiguo, viene de épocas matriarcales, es anterior al patriarcado, es la vía espiritual, el arte como forma de experimentar la divinidad. No tiene formas fijas, no se basa en el control. El concepto de maestro en el tantra varía según cada escuela. En el yoga el concepto es muy definido, con técnicas específicas, en el tantra no. Al no tener esta estructura fija, hay muchas formas diferentes, muchas escuelas. La palabra tantra significa “arte”, “matriz”, “telar”, “matrix”. En la mano izquierda tenemos por un lado técnicas no convencionales al yoga, tenemos el yoga o yoga tántrico, que incluye la energía sexual. El adepto tiene un tiempo de celibato de prácticas sexuales individuales y recién cuando está preparado se realiza un encuentro llamado MAITHUNA, esto es en la escuela tantra Kaula. Estas escuelas eran templos donde convivían hombres y mujeres que se dedicaban a sus prácticas de yoga y los encuentros sexuales no tenían un fin romántico, eran con el objetivo de elevar la energía, encuentros muy regulados según una serie de técnicas.
En un artículo escrito por Eduardo Socolovsky, se refiere al Tantra y a su diferencia con otras prácticas:
"El Tantra no es una terapia, aunque para ofrecerlo en nuestra cultura, en nuestro sistema, le necesitemos dar un formato de terapia. De entrada, casi todas las terapias parten de la base de que uno no está bien, de que hay algo que necesita ser arreglado y la terapia es el arreglo, como llevar el coche al mecánico. Hay un diagnóstico para ver cuál es el problema y hay implicado de alguna manera un juicio de que algo no está bien. Según el Tantra, este mismo juicio empeora el problema. Entonces es un camino totalmente contrario. Partimos de la base de no juzgar y de aceptar. Se diferencia de casi todas las religiones también, que parten de la base de que hay algo malo en el ser humano y tiene que corregirlo y comportarse. El Tantra simplemente te invita a estar presente, a aceptarte como sos.
La diferencia más grande del Tantra con otras terapias es que va directamente al núcleo. Sea cual sea el problema, no tenemos la necesidad de estudiar o clasificar diferentes tipos de “problemas” mentales o emocionales de la gente como sucede por ejemplo en la medicina occidental, que tiene listados de enfermedades y van descubriendo enfermedades nuevas. En la filosofía oriental no existe eso, siempre buscamos ir a la esencia. Entonces, sea cual sea la manifestación de ese desequilibrio siempre hacemos el mismo trabajo. En el caso del Ayurveda, equilibrar los doshas, en el caso del Tantra, ir al corazón. De la mente al corazón. De la coraza a la vulnerabilidad".
Eduardo Socolovsky comparte algunas técnicas y saberes ancestrales para llevar una vida más verdadera.

Eduardo Socolovsky comparte algunas técnicas y saberes ancestrales para llevar una vida más verdadera. - Créditos: Eduardo Socolovsky ·

-¿Siempre se incluye la energía sexual en el tantra?
-Sí, pero pueden ser prácticas individuales, sin contacto con el otro. Esto es el tantra de "mano derecha" (tantra blanco).
Sin embargo en el camino de "mano izquierda" no hay nada en este mundo que no sea sexual. Todo acto creativo es sexual. Existen escuelas de tantra blanco, sin contacto genital, pero hay una polaridad interna, una pareja interna un encuentro entre Yin y Yang, hay un despertar de la Kundalini que es la energía sexual, lo que pasa es que estamos dirigiendo esa energía no para crear a un nuevo ser en el plano físico sino para crear algo en el plano más sutil, usamos esa energía para elevar la conciencia. Hay muchas escuelas o corrientes, tenés el Shivaísmo tántrico de Kachemira, el budismo tibetano que es una fusión entre el chamanismo que vino del Tibet con el budismo que vino de la India. Tantra es herramienta, es arte, es como ir a una galería de arte, todo lo que hay es arte. Te puede gustar o no, inspirar o no, ayudar de manera espiritual o no. Es relativo. Cada uno tiene que investigar cuál es el tantra que más le resuena y le sirve.
-¿Cómo se desarrolla en los talleres?
-Damos talleres en los que se trabaja en la forma en que dio Osho. Yo me formé en el tantra de la línea de Osho y en el Shivaísmo tántrico de la escuela de Cachemira con un maestro tradicional de la India. Este lo enseño solo a quienes tienen un experiencia previa de varios años en Yoga. En el tantra de Osho, que es el que damos, hay varios niveles, el foco son meditaciones guiadas, activas, donde se trabaja la respiración, el movimiento, y expresión emocional a través de la voz. Hay danzas en donde buscan el autoconocimiento, la autoexpresión, sanar heridas, desbloquear estructuras en el cuerpo que están conteniendo las resistencias que tenemos de sentir nuestra vulnerabilidad. Corazas que protegen heridas que no nos permiten ser libres. Bloqueo para la abundancia, el éxtasis, para las relaciones.
-¿Y descubrir ese bloqueo es un camino muy personal?
-Es personal pero es directo, vivencial. No es como en otras terapias donde te tenés que poner a hablar de tus problemas, del pasado. Es a través del cuerpo, el movimiento, la respiración, del tacto consciente, de la polaridad, en el encuentro con el sexo opuesto que te da la oportunidad de explorar tu energía opuesta. A los hombres le das la oportunidad de sanar sus temas con las mujeres, con su madre; a las mujeres de sanar sus vínculos con los hombres, con su padre.
-¿Y también con nuestras madres?
-Utilizamos las dinámicas que se dan en un taller en encuentros de hombres con hombres, o de mujer con mujer, para aprovechar qué te pasa con tu mismo sexo, con el género opuesto. Tenemos encuentros para parejas donde sí trabajamos más en la intimidad o en la sexualidad con el otro, como el masaje sexual, pero son masajes de sanación de la energía sexual. No es el objetivo aprender a ser un buen amante. Sino utilizar esa energía sexual para explorar las heridas que llevamos, los bloqueos, está basado más en respiración que en estímulo sexual. Para que la respiración vaya a esa zona y la activación de la energía sexual permita que afloren las heridas relacionadas y además la potencia de esta energía sirve para ver...romper y disolver las corazas que se habían creado.
-¿Hay encuentros sexuales?
Hay otras escuelas donde se hacen encuentros sexuales en sus talleres pero en nuestra escuela no lo consideramos necesario ya que tenemos encuentros para parejas donde sí trabajamos más en la intimidad o en la sexualidad con el otro, como el masaje sexual, pero son masajes de sanación de la energía sexual. En Artes Saludables cada pareja tiene un espacio, hay contacto con las manos, pero es más bien como un reiki, cada pareja toca a la suya, un hombre guía a los hombres de manera oral y demostrativa y las mujeres guían a las mujeres. Todo lo que se produce en los talleres y los cambios que genera son totalmente reproducibles en la intimidad de sus casa, de su cama. Enseñamos esencias o aspectos sutiles que después podés aplicarlo a todo, a ir más despacio, a estar más presente, a no utilizar el toque como una forma de obtener placer del otro cuerpo. A tocar con servicio, con agradecimiento, a estar atento al cuerpo del otro, a entrar en estado de meditación a pesar de estar moviendo energías sexuales.
-Eso supongo que requiere una preparación.
-Obviamente las personas que traigan entrenamiento en yoga o terapias corporales hay cosas que las van a agarrar más rápido o profundizar antes. Yo tengo parejas que no tenían experiencia y siempre se llevan algo.
-Emprendiste un camino de sanación, de búsqueda interior, ¿sentís que lo lograste? ¿que estás en el proceso?
-Al principio uno cree que va a llegar a algún lado, sobre todo cuando uno deja una posición de estabilidad económica, familiar, académica, toda esa seguridad que nos brinda este sistema. Y muchas veces pasa, uno cree que hace un cambio espiritual o salto cuántico y llega a otra cosa estable o segura, pero más espiritual. Un cambio, como un auto por otro. Pero esto es cambio y más cambio, profundizar en la naturaleza verdadera. Es buscar la realidad, de repente te pinta un panorama contrario, cada vez todo se disuelve más, es intensa y constantemente cambio. Yo pensé que se llegaba a algún lado, pensé que había llegado y me di cuenta de que no se llega a nada. Es como el dicho zen, “cuando llegues a la cima de la montaña seguí subiendo”. El universo es infinito. No creo que se llegue a algún lado. Cuando uno profundiza se da cuenta que la conciencia no se termina con el cuerpo físico. Es una aventura que es infinita. Hay tantas formas de conciencia en las que uno puede experimentar realidades, y al mismo tiempo la naturaleza de la vida es crear diferentes formas y experiencias, si uno quiere seguridad y estabilidad, está bloqueando ese flujo de abundancia que la vida es cuando se manifiesta. No creo que haya llegado a nada, es más bien liberarse de cosas. Cuando uno más feliz puede ser es cuando no sabe, con la actitud de la mente de no saber, de estar abierto.
En el espacio de Yacanto de Calamuchita.

En el espacio de Yacanto de Calamuchita. - Créditos: Eduardo Socolovsky

-¿Cómo saber cuál es el camino para cada uno?
-En el yoga hay una dirección definida y es un método ortodoxo que se reproduce fielmente como se ha transmitido. Estamos dentro de esa infinidad de posibilidades, jugando a una específica, confiando en que eso nos va a dar algo. Eso no le gusta nada a tu ego, los efectos son interesantes. La meditación, que se supone que debería ser lo más fácil del mundo, es lo que más cuesta. Mientras que en el tantra renunciamos a saber y controlar, en el yoga, ponemos toda nuestra voluntad en controlarnos, en saber más allá de lo intelectual. Como dice Swami Tilak, un maestro: “El secreto de la vida y la muerte y de todo el universo está tan cerca de ti como tu aliento mismo”. No es sentarse a estudiar libros, es sentarse a estudiar tu respiración, y como el universo es un fractal, al ver algo muy chiquito y muy simple como tu respiración, podés ver el universo.
Artes del Movimiento y la Energía
Muchas gracias, Eduardo Socolovsky por este acercamiento al trantra, que en combinación con el yoga, pueden ayudarnos en nuestra propia exploración de las artes saludables. Para más info y consultas, pueden visitar su Facebook "Artes Saludables".
Abrazo grande.
Kariu

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