¡Hola a todos! Bienvenidos al primer miércoles del mes. Espero que lo hayan arrancado con mucha energía.
Pronosticar lo que se viene en la moda es una tarea que un pequeño grupo de empresarios realiza mediante estudios basados en la observación del comportamiento del mercado. De esta manera, esas macro tendencias que se analizaron se despliegan hacia los diseñadores que presentan sus colecciones en las pasarelas, luego a los empresarios, en medios de comunicación y así la cadena se amplía hasta llegar al consumidor. Sin embargo, de ese gran abanico de propuestas hay algunas mas representativas que otras, están aquellas con las que uno se puede sentir más a gusto o no, las que conjugan colores, formas y estructuras que apelan exactamente a lo que se busca trasmitir, y así la lista de patrones para elegir entre una y la otra continúa.
Hoy en día todos nos convertimos de alguna manera en “coolhunters”, es decir, cazadores de tendencias, porque consumimos blogs, revistas, miramos programas de televisión, navegamos por un sinfín de sitios internet y cada vez que viajamos somos participes del “street style”.
Una de las tendencias que definitivamente capta la atención de muchos, y que genera una línea divisora entre los “lovers” y “haters” en veredas opuestas sin intermediarios es la de las botas metalizadas.
La fiebre por los tonos metalizados ya viene desde hace un par de años atrás, y como si fuese parte del dictamen que “uno se acostumbra después de ver o hacer algo repetidas veces”, pareciera que cada vez se adapta mejor a nuestro guardarropas. Desde faldas, vestidos, camperas, accesorios hasta botas y zapatos, los metalizados suman popularidad tanto para el día como para la noche.
Aunque parezca insólito por lo que llaman la atención, las botas metalizadas son la mejor forma de introducir esta tendencia en nuestros outfits, si es que no nos animamos a los pantalones, vestidos o blusas. Son, al igual que los bolsos y carteras, complementos que logran definir por completo la excentricidad de un conjunto o no. Porque si hay algo que llame la atención sea cual sea el caso es aquella prenda o accesorio que brille tanto en la luz como en la oscuridad.
Los tonos neutros y sin estampas jugaran un rol fundamental para ser fieles compañeros de esta tendencia, es por eso que en esta oportunidad se optó por un short negro y una blusa blanca. Este binomio admite la entrada de cualquier accesorio o complemento que quiera llevarse todo el protagonismo, y así lo fue, ya que las botas junto con el collar se llevan las miradas.
Como si fuese nuestro propio “Fashion week” tenemos que animarnos a lucir esas tendencias que tanto nos gustarían probar pero por miedos o prejuicios las descartamos del todo. Al menos con intentarlo no perderemos nada, y como mucho podremos reírnos de nosotras mismas y saber qué nos queda bien y qué no.
¡Un beso grande!
Muchas gracias por las fotos, Mechi.
Maquilló: Sergio Calegoya
Blusa: Dot Store
Collar: María y Mariola Torres
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