Todo lo que tenés que saber sobre el 8M

Como una síntesis de todo lo que ocurrió este año en el país y en el mundo, durante la jornada del 8 de marzo podremos ver y participar en redes de hashtags como “#NosotrasParamos#NosParamos#WeStrike#FeministStrike#WeToogether ”, en un reclamo mundial y autoconvocado del que se cree que formarán parte mujeres de 200 ciudades de más de 30 países, con reivindicaciones como ponerle fin a la brecha salarial y extender las licencias por paternidad.

Durante los viernes de febrero, miles de mujeres se reunieron para organizar y ultimar detalles de la concentración y la marcha de este jueves, que se cree masiva: se espera que la convocatoria supere al medio millar de mujeres que participaron el año pasado, ya que las demandas de género no solo están más en agenda que nunca, sino que además cada semana aparece un nuevo testimonio vinculado a abusos que antes se naturalizaban en el mundo del espectáculo (como es el caso deCalu Rivero con Juan Darthés, Rita Pauls con Tristán, y referentes del mundo feminista como Luciana Peker o Malena Pichot dando notas en programas prime time como los de Jorge Rial).

Respecto al paro, la idea es que cada mujer, en caso de estar de acuerdo, genere un cese de tareas, sea en su trabajo o en su casa, como una forma de “desobediencia al patriarcado”, con las maneras que encuentre cada una.

En el caso de los gremios, también adoptarán diferentes modalidades: por ejemplo, desde el colectivo #NiUnaMenos difundieron que las trabajadoras judiciales tendrán asambleas durante la mañana, harán un ruidazo al mediodía en Tribunales, y después, decretaron cese de tareas para ir a marchar.

Otros gremios pueden llegar a parar por 24 horas. El tren Sarmiento puede sufrir alteraciones en su servicio, asi como el subte porteño, en donde se dio a conocer que puede haber cese de tareas durante algunos momentos.

Natalia Oreiro dio su apoyo a la marcha de una forma contundente: con la adaptación de un tema de Gilda, grabado especialmente para darle fuerza a este reclamo:

Como antesala de la dimensión y la importancia que cobró el Día Internacional de la Mujer, en el Congreso se está analizando debatir varios proyectos que tienen que ver con los derechos de las mujeres. En este plano, es bastante lo que se está avanzando. Las leyes que están el tintero son:

- Paridad salarial: la idea del proyecto es “premiar” con incentivos a las empresas de más de 200 empleados que cumplan con sueldos equitativos entre hombres y mujeres. Tengamos en cuenta que hoy las mujeres en relación de dependencia ganan un 20 por ciento menos que los varones, llegando a una brecha salarial del 35 por ciento para aquellas que se desempeñan en la economía informal. En cuanto a los puestos de poder, solo 1 de cada 10 es ocupado por mujeres, según la encuesta anual de Grant Thornton difundida por por la consultora que mentorea a madres profesionales,“Giving Birth”.

- Licencias parentales: en lugar de que los hombres cuenten con solamente dos días corridos desde el nacimiento de sus hijos, la idea es que, como en muchos países del mundo, puedan establecerse “licencias parentales”, o sea, que cada familia distribuya entre padre y madre un tiempo total de licencia luego de que nazca su hijo. Tengamos en cuenta que el hecho de que la responsabilidad del nacimiento de un hijo recaiga primordialmente en la mujer, hace que, a nivel global, 6 de cada 10 mujeres renuncien a sus carreras cuando son madres, y 5 de cada 10 mujeres que todavía no han tenido hijos asume que, si los tuviera, debería renunciar a su desarrollo profesional, como surgen de los datos de una encuesta realizada por la Asociación española “Yo no renuncio” y difundida por la consultora que mentorea a madres profesionales, Giving Birth.

- Despenalización del aborto: este es el proyecto de ley más polémico a debatir, de hecho, hace tan solo unas semanas, una marcha, pañuelazo y tuitazo inundaron las calles y las redes como parte de la iniciativa de la “Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito”.

- Ley Brisa: este proyecto busca tener en cuenta los damnificados por los femicidios y la vioencia de género. Asi, se busca que los hijos de las mujeres víctimas de femicidios tengan una reparación económica.

- Centros de la mujer: en este proyecto, se plantea la necesidad de contar con centros integrales especializados en violencia de género, para poder darle una respuesta a mujeres que sufran esta problemática.

- Defensa gratuita: el objetivo es que el Estado provea un abogado a las mujeres que son víctimas de la violencia de género.

- Reconocer el cuidado no remunerado: un estudio que determine en forma fehaciente qué cantidad de tiempo dedican las mujeres en todo el país a tareas de cuidado no remuneradas puede hacernos tomar conciencia de la disparidad en cuanto al género, y así poder planear políticas públicas para equipararlo. Recordemos que según el Indec, las mujeres destinamos el doble de tiempo a hacer tareas domésticas y de cuidado que los hombres.

Todo esto tiene un trasfondo, que se traduce en números, tan concretos como escalofriantes. Y es que si hablamos de América Latina, 12 mujeres fueron asesinadas por día en la región , según el Observatorio de Igualdad de Género de la CEPAL.

Si de Argentina hablamos, Según el Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación, en 2017 se registraron 292 asesinatos de mujeres: una cada 30 horas, cifra que no baja año tras año y a pesar del despertar de las mujeres, las campañas en medios, las marchas y las medidas de protesta.

Si de presencia femenina en puestos jerárquicos hablamos, las cifras son alarmantes: en el país, esta proporción bajó de 18% a 15% en el último año . Ese número, ya de por si bajo, está además abajo de la media en América Latina, donde el 20% de las mujeres accede a cargos directivos, y 10 puntos por debajo de la media global, del 25%.

Entre las causas de este fenómeno, Daniel Iriarte, headhunter especialista en Top Management y socio de Glue Executive Search, señala: “A las mujeres les está costando llegar porque el paradigma de trabajo presente hoy en las empresas es más masculino, y la forma en la que se le exige trabajar a un alto directivo, indistintamente del género, es muy difícil de compatibilizar con otros roles”.

Y agrega: “si bien en muchas compañías esto está cambiando, hay muchas que siguen pidiendo ciertas cosas que tienen que ver, no con el resultado sino con las formas, como estar presentes físicamente en la oficina, viajar constantemente, tener reuniones hasta altas horas, que hacen que la mujer no pueda conciliar la función con su vida personal o bien elija no hacerlo”, lo que también habla de la desproporcionada responsabilidad –en comparación a la que tienen los hombres- de las mujeres al interior de sus hogares, más aún si tienen hijos.

En esta dirección se manifiesta Ezequiel Palacios, también headhunter especialista en Top Management y socio de Glue Executive Search: “Hay factores culturales externos a las compañías que inciden en esto, la mujer sigue siendo quien más se ocupa de los hijos y muchas veces deja de lado o posterga su crecimiento para abocarse a su rol de madre. Si bien hay una tendencia a compartir más la crianza y las tareas del hogar, falta mucho para estar a la altura de países como Nueva Zelanda donde la Primer Ministro que acaba de asumir está embarazada y anunció que su marido será quien se dedique a la crianza”.

Por todo esto, según ambos especialistas, es necesario profundizar un cambio de paradigma a nivel corporativo que, si bien se viene dando, avanza de forma muy paulatina:

- Adoptar medidas para favorecer la inclusión, como la flexibilidad horaria, que en la práctica pueden parecer incompatibles con la cultura corporativa. A pesar de estar habilitados, algunos empleados son mal vistos si se retiran a las 17 y responde mails a las 22 cuando terminan de acostar a los chicos. Hay que revisar esto porque, sobre todo las nuevas generaciones, castigan mucho el doble discurso en las empresas.

- Profundizar la diversidad y el equilibrio con la vida personal: el empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos implica un cambio de modelo que involucra creencias y valores profundamente arraigados en la cultura de las organizaciones, que muchas veces no son explícitos. Modificarlos puede demandar tiempo pero la evolución se cristalizará en el mediano plazo ya que en pocos años las nuevas generaciones -para quienes la inclusión, la diversidad y el equilibrio entre vida personal y laboral son innegociables- representarán más del 50% de la fuerza laboral.

Hace tan solo unos meses, el escándalo por los abusos del poderoso productor Harvey Weinstein salían a la luz, y comenzaba lo que luego conoceríamos como #MeToo y #TimesUp.

Asi, actrices de la talla de Uma Thurman, Salma Hayek, Angelina Jolie o Gwyneth Paltrow, denunciaron públicamente las situaciones a las que se vieron sometidas por ser mujeres, y comenzaron a alzar sus voces, lo que hizo que muchísimas otras mujeres pudieran salir a contar su verdad.

Todo este revuelo tuvo varias consecuencias: la creación del movimiento Time's Up (que incluye un fondo para de defensa legal para mujeres sin recursos, un impulso para alanzar la paridad de género, y legislación para penalizar las campañas que fomenten el hostigamiento, entre otras cosas) la exlcusión de personajes como Weinstein y Kevin Spacey de lugares protagónicos, y las medidas de protesta como las Womens March y las galas de negro, como la de los Globos de Oro, en señal de luto y lucha.