Con buen ojo y buena mano, la más sencilla caja puede aportar soluciones para guardar, organizar y dar apoyo con sorprendente estética
TODAS LAS ESTACIONES | Una solución efectiva para guardar la ropa de invierno, para las mudanzas o simplemente para optimizar espacio en el placard. En este caso, se eligieron cajas reforzadas de cartón corrugado con tapa separada y manija ($32, La Casa de las Cajas). Para indicar el contenido, se usaron íconos: los motivos se dibujaron con lápiz en el frente y, luego, se cubrieron con círculos de papel autoadhesivo, un material que se consigue en las papeleras. También se pueden hacer con papel contact o pintando los ojalillos escolares.
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A RAYAS | Utilizando cajas de archivo con tapa volcada ($31, La Casa de las Cajas), se armó un colorido sector de guardado sobre el escritorio. Para hacer las rayas, se enmascaró con cinta de papel de 1 y 2,5cm (es recomendable quitarle un poco de pegamento probándola varias veces sobre otra superficie antes de colocarla en el cartón) y se pintaron las franjas con acrílico. Lo más simple es aplicar la pintura con esponja hasta que el color quede parejo y retirar las cintas cuando esté seco.
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A LA MESA | Esta mesa baja realizada a partir de una caja común de cartón es un recurso decorativo que además puede dar apoyo y destaque a una lámpara liviana (Home Made Home), como se ve en la imagen. La silueta torneada se dibujó sobre cartulina de ilustración plastificada, que es más resistente (se consigue en las librerías artísticas) y, luego, se fue calando cuidadosamente con un cutter. A no desesperar por errores y desprolijidades: todo se puede corregir después pasando una lija muy fina. Para pegar las dos partes, se colocó cinta bifaz en el reverso del motivo siguiendo todo el contorno
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