Conectado con el de su hermano mayor, en el cuarto de Vicente hay muebles heredados que se reciclaron para adaptarse a un mundo visto con los ojos de juego de los 4 años
- Para la ropa de cama, la mamá le escapó a los clásicos tonos pastel y eligió un azul muy oscuro, que además de ser varonil, perdona más las manchas. Los almohadones rayados son una apuesta acertada a la geometría, que dialoga con los cuadros.
- Los tiradores de colores en el ropero se repitieron también en los cajones debajo de la cuna. Un recurso facilísimo para renovar un mueble reciclado y darle un denominador común a objetos de distinto origen.
- Si bien la paleta que rige es la del azul, no se limita a repetir un mismo tono, sino a jugar con las variantes de la gama para dar agilidad.
- El piso es idéntico en los cuartos de ambos hermanos: placas de fenólico de fácil limpieza y bajo mantenimiento, en un tono claro para dar sensación de mayor amplitud.
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