Las emprendedoras detrás de Yök Casa + Cultura crearon un alojamiento que propone otra forma de hacer turismo. Juntas nos muestras cómo rescatar el espíritu local y generar eficiencia energética sin sacrificar la experiencia en el intento.
Durante las vacaciones hay un laissez faire que lleva a los viajeros a olvidar responsabilidades y permitirse excesos varios. Pero los pueblos y ciudades que los reciben no son decorados que abren y cierran para el turismo, y muchas veces los locales deben padecer las consecuencias. “A pesar de que mucha gente se siente invadida, estamos convencidas de que el turismo en sí es bueno: cuando la gente viaja y conoce otras culturas abre su mente. Queremos demostrar que se puede hacer de otra manera”, nos cuenta la diseñadora nativa de Luxemburgo Petz Scholtus.
Al notar que ya no quería dedicarse a crear productos y entusiasmada con la exitosa reforma sustentable de su casa, Petz empezó a soñar con un hospedaje, y el proyecto se materializó al conocer a la experta en administración hotelera Mari Marañís Rodríguez. El primer objetivo fue alejarse del despilfarro que reina en muchos hoteles, desde potentes aires acondicionados que funcionan todo el día sin sentido, hasta problemas de diseño que dificultan o encarecen el mantenimiento.
Pero, desde luego, está muy presente el costado humano en el que se reúnen casa + cultura. “Hemos tenido conversaciones súper interesantes en la terraza y eso se valora, porque cuando voy a un sitio me encanta encontrarme con un local que me pueda explicar la realidad para tratar de entender un poco más eso que voy a visitar. Tener tiempo para dedicar, para hablar y escuchar; generar momentos de fraternidad, de acogida. Tiempo para aprender y compartir. Eso creo que es Yök”, resume Mari.
Una clara misión
“Creemos en el concepto embedded sustainability: diseñar para ahorrar sin sacrificar la experiencia. Por ejemplo, no tenemos duchas con apagado automático, pero sí perlizadores que mezclan el agua con aire para que sientas que sale mucha agua usando 50% menos”, nos detalla la administradora. “Como alojamiento, intentamos minimizar el impacto de desechos y el consumo energético, pero además queremos potenciar el desarrollo de la economía local”, agrega Petz .
Puertas adentro
En Casa Yök, la chimenea marca, literalmente, el alcance del antes y el después de la reforma realizada con criterios de sostenibilidad por Petz Scholtus en colaboración con el estudio Serradell & Co y CTTEAM & Covadonga Fernández Cue en la construcción, y acompañada por Anoche en el diseño de iluminación.
Para respetar la identidad barcelonesa de la propiedad, se invirtió gran esfuerzo en restaurar y proteger el piso calcáreo de 1900. Las paredes se colocaron sobre ellos, de modo que eventualmente se pueda volver a la distribución original con el piso intacto.
Los departamentos disponibles son tres y en ellos pueden alojarse cuatro o más personas. En la foto vemos la cocina del A, cuyo frente (al igual que en los otros departamentos) es diseño de Yök, realizado por la constructora con pallets recuperados.
“Decidimos poner en cada departamento un interruptor que apaga las luces sin desconectar la heladera ni los enchufes de la cocina, por si la gente necesita cargar una computadora o teléfono”, nos señala Mari.
En la foto de arriba vemos sillas y mesa de Marc Morro de AOO. Otras unidades tienen muebles vintage, de otros diseñadores locales, y accesorios realizados por la Arrels Fundación, que da apoyo a la gente sin techo. “En el mundo de la hotelería prima la inmediatez, el ‘lo quiero ya’. Pero si quieres trabajar y dar oportunidad a personas independientemente de su condición, necesitas tiempo y apoyo”.
Entrando al departamento B, descubrimos un dormitorio con living-comedor y cocina integrada. Los colchones de Yök son de Astral Nature, una empresa de Catalunia que fabrica sólo con materiales naturales como la lana, látex natural y fibra de coco, entre otros. La estructura sobre la que se apoyan permite guardar más de una valija, lo que ahorró en construir armarios y liberó espacio.
En las paredes blancas se usó pintura libre de Compuestos Orgánicos Volátiles (VOC, por sus siglas en inglés), y algunas superficies que tenían un precioso color texturado y tramas se preservaron sellando los poros con látex natural.
Yök tiene una terraza en la que se hacen eventos para huéspedes, pero también para gente local: “No es nuestra intención convertirnos en otra burbuja turística”, aclara Petz. De hecho, hay tradiciones que las emprendedoras buscan reivindicar. En este sentido, la diseñadora nos explica que: “Invitamos a los huéspedes a disfrutar del ‘esmorzar’, un desayuno catalán con tortilla, pan con tomate, embutidos y quesos. Esto es incluso para la gente local, porque se ha ido perdiendo esa tradición frente al brunch más genérico”.
Eco soluciones ingeniosas
• En la entrada hay una pantalla donde se reflejan los consumos de luz y electricidad de cada apartamento del día anterior, para que los huéspedes puedan compararse y reflexionar. “No pretendemos pontificar, queremos buscar la manera más lúdica de comunicar para que la experiencia sea interesante y que los huéspedes vean el beneficio para ellos”.
• Al abrir una ventana, se apaga automáticamente la calefacción o el aire acondicionado. “Aunque lo aclaramos en el check-in, a veces nos llaman para preguntar por qué tal cosa ‘no funciona’, y aprovechamos para contarles los aspectos ecológicos de la casa”, dice Petz.
• En los apartamentos hay tuppers para guardar los restos orgánicos con una nota explicando que tienen una compostera en la terraza.
• Para ahorrar energía, se trabajó en todos los frentes: en las paredes se agregó aislamiento térmico con fibras vegetales (Isonat Flex de la empresa Buitex), los ventanales tienen doble vidriado hermético y burletes, la iluminación es led, se eligieron artefactos con certificación de eficiencia energética A+, y en las áreas comunes se instalaron sensores de movimiento para encender y apagar las luces.
“La sociedad cada vez va más rápido y esa rapidez está haciendo que perdamos el sentido común. Lo importante es que tenemos y seguimos un sentido común. Hay valores, maneras de ver la vida que forman parte de Yök”