Un recorrido por la naturaleza de Torres del Paine

Es la octava Maravilla del Mundo y fue declarada Reserva de la Biosfera por UNESCO, pero basta contemplar el horizonte, en cualquier parte en la que una se encuentre de las 227.000 hectáreas que ocupa el Parque Nacional Torres del Paine, para entender que los títulos mundiales le quedan chicos. El parque lleva el nombre de las tres torres que son sus protagonistas, aunque en el camino hasta alcanzarlas la vista y el corazón se pierden entre los valles, los lagos imponentes y la naturaleza más viva entre la Cordillera de los Andes y la Estepa Patagónica. Esta geografía es parte de la Región de Magallanes y de la Antártica de Chile, forma parte de la provincia Última Esperanza y es tan maravillosa que es uno de los puntos de encuentro para aventureros de todo el mundo que vienen a saciar su “hambre de trekking ”.

Ver el amanecer entre las torres: vale la pena madrugar para tomar la mejor postal, con el sol saliendo y las torres anaranjadas.

Hacer una cabalgata en la montaña: conectarse con el lugar a caballo, entre un antiguo bosque de lengas y con vistas al lago Sarmiento desde la estancia Lazo, para llegar a un punto con vistas panorámicas del macizo Paine.

Caminata al lago y glaciar Grey: atravesar el puente colgante sobre el río Pingo y llegar a una playa solitaria, desde donde se puede ver el glaciar, que sorprende por su color azul intenso. En medio del lago flotan también los icebergs, como cubitos desprendidos del gigante. Con reserva, también se puede navegar en la embarcación del lago.

Picnic a orillas del Pehoé: de un verde esmeralda indescriptible, el punto que mira desde lo alto la hostería más antigua del parque es una de las fotos más buscadas. A orillas del lago Pehoé hay un camping para pasar el día, hacer un picnic o, para las que hacen trekkings más largos, acampar.

Probar el Calafate Sour: a base de pisco, se prepara con calafate, fruto típico patagónico de la familia de las berries.

Si buscás una opción bien aventurera, el parque es famoso por su Circuito W –se llama así por la forma del camino–, un recorrido de cuatro días en el que se caminan cerca de 55 kilómetros y una se puede alojar y comer en refugios. Si bien hay guías y agencias que lo organizan, el trayecto puede hacerse en forma independiente. Es clave tomar todos los recaudos: planificar las caminatas y los horarios, chequear el clima y las provisiones antes de salir y guiarse con un mapa del sendero a recorrer, para respetar las rutas y señalizaciones del parque y así tener marcados los puntos panorámicos de cada día, que son muchos y todos imperdibles. Para las que no quieran hacer algo tan intenso, hay circuitos para todos los niveles, de todo un día o pocas horas.

-Carancho: muy presente en el parque. Lo vas a ver en la tierra o planeando en círculos.

-Guanaco: es el animal de mayor tamaño de la Patagonia (exceptuando los mamíferos marinos).

-Tordo: es fácil de reconocer si hacés birdwatching por su inconfundible negro azabache.

-Ñandú: corre a gran velocidad y se mueve en grupos. Si ves uno incubando..., ¡es el macho!

La temporada se extiende de septiembre a fines de abril y, por el frío, el verano es la época ideal para visitar el Parque y disfrutarlo al 100%.

www.torresdelpaine.com.

Lo más directo es volar a Calafate y luego son cinco horas de tránsfer por tierra. LAN vuela a Calafate desde $2664.

www.latam.com.

Tierra Patagonia: un lujazo a orillas del lago Sarmiento, abierto de septiembre a abril. La tarifa de tres noches all inclusive, desde US$ 2300.

ww.tierrahotels.com.

Hostería Pehoé: con 40 habitaciones y un comedor con vistas magníficas al lago y a las Torres. También podés ir a almorzar. Desde US$ 185 la habitación doble.

www.hosteriapehoe.cl •