Un reto en varios frentes
La superpoblación, su envejecimiento, la comunicación visual y virtual, la expansión de medios de transporte pasivos, la modalidad de trabajo y la inseguridad alimentan el sedentarismo no sólo en la Argentina, sino en toda América latina. La falta de actividad física es uno de los denominados factores de riesgo que aumentan las posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer o afecciones respiratorias.
Estas enfermedades, llamadas no transmisibles o crónicas, causan la escalofriante cifra de 3,9 millones de muertes cada año en América, lo que representa las tres cuartas partes del total de defunciones registradas en el continente. En estas afecciones, también inciden el tabaquismo, la dieta poco saludable y el consumo nocivo de alcohol. Pero si se eliminaran estos factores de riesgo, se calcula que se podría prevenir el 80 por ciento de las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y los casos de diabetes de tipo 2, así como más del 40 por ciento de los casos de cáncer.
¿Vencer al sedentarismo es un reto imposible? Para nada. Aunque, para eso, es necesario atacar el mal por diferentes frentes. El transporte público, las bicisendas y las iniciativas para moverse sin automóviles son clave en este desafío. Investigaciones recientes demostraron, por ejemplo, que el uso del Transmilenio en Bogotá, un sistema similar al Metrobús porteño, aumenta la posibilidad en un 70 por ciento de que una persona camine diariamente más de 30 minutos.
Las escuelas, donde los chicos pasan buena parte del día, también pueden jugar un importante rol, educando a los niños para que adopten modos de vida saludables y proporcionando espacios seguros para la actividad física. Las empresas pueden hacer su parte, ofreciendo a los empleados instalaciones y tiempo para facilitar el ejercicio físico. Así se benefician gracias a la mayor productividad de los empleados, la mejora de la imagen de la compañía y la reducción de los costos de atención de salud.
Para impactar en el sedentarismo es clave que los gobiernos promuevan políticas públicas que generen espacios saludables. La instalación de muchas plazas en las capitales de provincias, donde se reúne la población para actividades lúdicas y deportivas no sólo incide en la promoción del ejercicio físico, sino que permite desarrollar espacios seguros de encuentro por ciclo de vida, desde los niños más pequeños hasta los adultos mayores.
Incluso, las nuevas tecnologías y la telefonía móvil pueden ser empleadas para enviar mensajes de promoción de la salud. A la vista está entonces que las chances de enfrentar el reto están al alcance. No desperdiciemos la oportunidad.
Dr. Pier Paolo Balladelli
Temas
Más leídas de Lifestyle
Uno por uno. Estos son los alimentos que nunca hay que calentar en el microondas
“Se notaba que quería vivir”. Cayó del camión rumbo al matadero, no tenía chances de recuperarse pero alguien quiso darle una oportunidad.
Silencio, recuerdos y cartas con el Papa. Cómo vive Isabel Perón hoy: su hogar en Madrid, jubilación “de privilegio” y pensión militar