Sensaciones buscadas y logradas en una casa de base blanca acompañada por elegantes toques de madera, detalles verdes y géneros naturales
Después de pasar casi dos años en San Pablo, Agustina Casano y su familia volvieron al país para instalarse en un barrio cerrado de zona norte, donde construyeron exactamente la casa que querían: amplia, luminosa y con una excelente comunicación entre ambientes.
"Después de vivir en muchos lugares diferentes, algo tenía claro: quería que acá predominara el blanco. Es un color que no me cansa, es más fácil de lo que parece y, además, lo puedo ‘levantar’ con toques de verde o, incluso, con colores más fuertes para cumpleaños, por ejemplo: me encanta que cada festejo sea diferente".
Junto con su marido y sus tres hijos adolescentes –de 17, 15 y 13 años– adoran viajar, y, como es natural, muchos de los recuerdos de esos viajes están forman hoy parte de la decoración de este espacio. Vamos a visitarlo.
Producción: Carolina Etchebehere | Texto: Verónica Ocvirk.