Vinos. Una cosecha privilegiada
En Mendoza, San Juan y el Valle de Río Negro, las condiciones climáticas de 2006 fueron excepcionales y prometen vinos de inusual calidad
Así como 1998 será recordado como un año difícil para el vino –el fenómeno de El Niño tuvo consecuencias calamitosas sobre el clima–, la cosecha 2006 ha sido excelente: una vendimia de las mejores de los últimos diez años. Este hecho hace recapacitar sobre las diferencias de los vinos de unas y otras añadas, que deberían aparecer constatados en las cartas de los restaurantes para facilitar la elección del consumidor más exigente. Los vinos mendocinos de 2006 serán privilegiados por haber nacido de vides que gozaron de un clima casi perfecto. El verano fue seco y caluroso, con buena amplitud térmica y un sol brillante que impidió defectos o enfermedades en las plantas. Las uvas maduraron suave y lentamente, con excelente grado de azúcar, polifenoles y aromas; el grado alcohólico será alto y los enólogos sabrán manejarlo para lograr tipos claros. En San Juan, que hace cada año mejores vinos, sigue aumentando el prestigio del syrah, que distingue su vinicultura, y en 2006 habrá tintos con mejor equilibrio que años anteriores respecto del alcohol, más taninos dulces y características de frutas negras, así como también blancos con estructura, mucha fruta y la acidez necesaria. En el Valle de Río Negro, donde las cosechas son buenas y parejas, 2006 resultó mejor aún, en algunos casos excelente –como por ejemplo el merlot– y otros, como aquellos de las uvas blancas, tuvieron muy buena acidez y darán vinos cítricos y minerales. En los Valles Calchaquíes las variedades blancas afrontaron dificultades, pero con la alta tecnología actual se resolvieron bien; las distintas opciones tintas evolucionaron sin problemas, maduraron bien los polifenoles y aromas y, como en otros casos, también serán vinos excepcionales.
En suma: en su momento habrá que tener bien en cuenta las etiquetas de 2006. Todo indica que serán vinos de muy buen cuerpo, algunos potentes –alcohol alto–, muy expresivos, de color espectacular. Entre los tintos, los habrá con gran capacidad para la guarda y entre los blancos, algunos darán respuesta al mismo fin. Si bien la producción y elaboración tendrán la última palabra, los técnicos no disimulan su entusiasmo.