Vestidores a la vista y bicicletas colgadas en el living
A la hora de rediseñar el hogar, el exhibicionismo copa todos los ambientes de la casa
Sucede en la cocina. Pero también en el living, en el dormitorio, en el baño. El diseño importa en cada ambiente de la casa, y el deseo de tener todo a la vista, ahí, al alcance de la mano (y de los ojos, fundamentalmente), es una tendencia que se replica en cada ambiente del hogar.
"El otro día vino un cliente con un pedido que, hasta ahora, no me había tocado. Quería que le diseñara un soporte para colgar su bicicleta [plegable, moderna y de diseño] en uno de los lugares más visibles de la casa. La quería colgar en el living, quería que estuviera a mano para poder usarla todos los días. Pero había en ese pedido una segunda intención. Él quería tenerla a la vista y, fundamentalmente, que los demás la vieran cuando entraran a su casa. Esa bicicleta no sólo es un medio de transporte. Allí colgada es un objeto decorativo", cuenta el decorador Philippe Charles Deroy, integrante del comité directivo de Decoradores Argentinos Asociados (DArA) y uno de los responsables de la organización del evento, que se realiza hoy en la plaza Pierre de Coubertin, en Recoleta, para celebrar el Día Mundial del Diseñador de Interior.
"La idea es que el diseño ayude a vivir mejor, a crear un ambiente personal y único, funcional, donde uno pueda disfrutar más de la vida", sintetiza este experto.
Con ese mismo criterio, la arquitecta Lorena Menéndez Ohan diseña cada espacio de una casa y reconoce un pedido cada vez más frecuente entre quienes la contratan. "Todo está enfocado a la funcionalidad, a lo práctico, a la optimización del tiempo. En los vestidores que diseño, por ejemplo, la intención es que cada cosa tenga su lugar, que cada espacio esté pensado para guardar algo en particular. La ropa de deportes no se mezcla con la de trabajo ni con la de fin de semana. Incluso, hasta los gemelos tienen un compartimento específico", cuenta Menéndez Ohan.
¿Manía o practicidad? Para Diego Fernández, de 39 años, es cuestión de orden y de optimización de su tiempo. "No estoy media hora revolviendo un cajón para encontrar un par de medias negras. Y que todo esté a la vista también hace que no queden cosas escondidas que, en definitiva, después no se usan nunca. Si no lo veo, me olvido de que está ahí."
Adiós al tercer cajón
¿Qué fue del tercer cajón de la cocina? Ese espacio donde en algún momento convivieron múltiples objetos: un viejo destapador, velas, tapitas, papeles y algunos imanes de delivery en desuso, entre muchas otras cosas que se guardan por las dudas, tiene los días contados. "Hoy, los cajones tienen las divisiones necesarias para guardar cada utensilio. Eso de estar corriendo las cosas de acá para allá para encontrar algo ya no existe", dice categórica Menéndez Ohan.
Junto con la premisa que menciona Philippe Charles Deroy, donde el diseño es una herramienta que ayuda a vivir mejor, surge la necesidad de contar con espacios propios, burbujas personales dentro de una misma casa donde convive toda la familia.
Meditar, pintar, jugar con la Play o escuchar música. La creación de estos nuevos rincones dentro del hogar aparece como una posibilidad real de desconexión sin salir de la casa. Sólo basta con cerrar una puerta para entrar en otro mundo. Eso le sucede a Ivana Moro cada vez que medita en su propia burbuja, un ambiente sectorizado para tal fin, un espacio diseñado para que la dueña de casa pueda desconectarse o, mejor dicho, reconectarse, y meditar.
"En este cuarto no hay nada que tenga ángulos rectos, hasta los zócalos son curvos. Los colores, las texturas de las telas y el diseño de los muebles siguen un mismo criterio -cuenta Ivana-. Cuando nos mudamos a esta nueva casa, una de las condiciones que negocié con mi marido y mis hijos fue ésta. Él quería un lugar especialmente diseñado para ver películas, mirar partidos de fútbol y escuchar música. Toda la tecnología está ahí. Yo quería mi rincón de meditación. Y así fue."
Lo resume la arquitecta Mariana Flombaum, del estudio homónimo, que reflexiona sobre los nuevos estándares de diseño y las necesidades de cada individuo: "En el diálogo con el cliente se definen este tipo de cuestiones. La arquitectura adquiere sentido cuando en lugar de diseñar una casa se construye un hogar".