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Cómo es vivir en un container

Una nueva movida arquitectónica propone reciclar los contenedores marítimos y edificar casas sustentables y más económicas.




Coloridos, prácticos y, también, muy cool. Esos containers que vemos apilados por montones en el puerto y que se diseñaron en los 50 para transportar todo tipo de mercadería grande y pesada que se comercializa de un país a otro a través del océano se convirtieron en el último tiempo en una nueva arquitectura canchera y sustentable. Es que estos cubos metálicos tienen una vida útil de entre 7 y 14 años y luego se tiran a la intemperie y se acumulan por decenas, sobre todo en los países que importan más de lo que exportan, como el nuestro. Se calcula que hay más de 300 millones de contenedores vacíos en los puertos en todo el mundo que con la lluvia sueltan óxidos que producen sustancias tóxicas que afectan el suelo y el agua, ya que están hechos de acero corrugado, aluminio, madera contrachapada y/o fibra de vidrio.
La creatividad fue la solución para este problema ambiental. Una camada de nuevos arquitectos impuso una movida que propone la reutilización de los contenedores marítimos en la construcción. Estas estructuras de unos 25 m², resistentes al viento y a movimientos sísmicos, con buen aislamiento térmico y acústico y tras un poco de tuneo, son ideales para vivir, trabajar, estudiar o lo que se te ocurra.
¿De dónde sacaron la idea? Había un antecedente. En altamar, frente a la necesidad de manipular cargas de mercadería, se empezaron a unir containers para que los trabajadores pudieran pasar de unos a otros sin salir al exterior. Al apilarlos como si fueran Legos, se formaron grandes almacenes que generaban verdaderos edificios. Ya se había dado un primer paso, solo quedaba duplicarlo en tierra firme. Y fue un éxito.

Cargotectura

A fines de los 80 nació el término “cargotectura”, también conocida como shipping container architecture (arquitectura de contenedores). Este tipo de construcción tiene un impacto ambiental positivo ya que pone en primer lugar el ecosistema, racionaliza el consumo de energía, genera muy pocos residuos y casi no contiene desechos que no sean biodegradables. Además, no genera alteraciones permanentes en el terreno, como la arquitectura tradicional.
Las primeras construcciones, casas en su mayoría, recibieron grandes críticas por su estética “homeless”. Pero, con el tiempo, los arquitectos les dieron un upgrade y hoy la reutilización de estos gigantes de acero es una alternativa interesante (y muy cool) para resolver el problema ambiental y para quienes necesitan una casa de forma rápida y económica. Ya no solo se construyen casas, sino también edificios, escuelas, oficinas y hasta shoppings.
Más allá de ser eco-friendly, los contenedores son muy económicos, cuestan aproximadamente US$ 2000. Eso sí, no pueden ser habitados sin antes realizar modificaciones para mejorar sus condiciones. Necesitan aislamiento térmico, una intensa desinfección y aberturas, ya que son herméticamente cerrados. Luego, los arquitectos hacen su magia para crear un espacio moderno y único que puede estar compuesto por más de un contenedor tanto de forma horizontal como vertical.

Containers por el mundo

En 2001, y luego de solo 5 meses de construcción, se inauguró Container City I, del estudio Urban Space Management, en la zona portuaria de Londres. Este es el primero de una serie de 14 edificios que cuentan con 15 viviendas y el 80% de los materiales usados fueron reciclados.
También en Londres, encontramos The River Side Building, un complejo de 22 oficinas construidas con 73 containers reciclados que fue hecho en nada más que 80 días.
El mayor bloque de viviendas realizado con contenedores en Europa se encuentra en Ámsterdam. El Proyecto Keetwonen, desarrollado por la empresa Nilesk, es un complejo de mil habitaciones para estudiantes.
Cruzando el Atlántico, en Nueva York, se encuentra el Estudio Whitney, un espacio educativo desarrollado en 2012 por la constructora Lot-ek.
Starbucks abrió en Washington un localhecho íntegramente con containers

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Finalmente, al ser rápida y económica, la construcción con containers también puede tener fines solidarios. El New Jerusalem Children’s Home es un hogar para niños huérfanos que se construyó en Sudáfrica en el año 2000.

Más acá

En la Argentina tenemos nuestro propio centro comercial sustentable en Maschwitz: el Quo Container Shopping, diseñado por la arquitecta Cecilia Bertezzolo. Tiene una superficie de 2200 metros cubiertos y semicubiertos, y para armarlo reciclaron 57 contenedores que estaban varados en el puerto de Buenos Aires. ¿El resultado? En solo siete meses construyeron tres pisos donde se distribuyen 26 oficinas y locales comerciales de marcas de indumentaria, peluquería, diseño, bares y restaurantes.
Esta estructura está acondicionada para usar energía alternativa mediante paneles fotovoltaicos e iluminación de bajo consumo con artefactos de LED (que duran más y emiten menos calor) y cuenta con aislación térmica natural gracias a los más de 300 metros de techos y muros verdes.
No es el único ejemplo. El arquitecto Jorge Kicherer usó containers para hacer oficinas, paradores de playas y los Centros Verdes Móviles de la Ciudad de Buenos Aires, que seguro ya viste por la city porteña.
Lo cierto es que en la Argentina hay una crisis habitacional con un déficit de al menos 3 millones de viviendas y la cargotectura se presenta como solución. El sueño casi imposible de la casa propia es tema de conversación en cada grupo de amigos que tenés. En este contexto, las casas con containers son una solución económica y con confort, que reduce el estrés habitual que genera construir una casa y también impacta de forma positiva en el medioambiente. Además, ¡son mucho más accesibles! Las más económicas se construyen en dos meses (un 80% menos de tiempo que una construcción tradicional) y los precios arrancan en los US$ 25.000. Otra opción para comprar una vivienda u oficina hecha con containers en la Argentina es el estudio Klauss Martin, que las ofrece desde 18 m2 por US$ 19.000. ¿Ya te dieron ganas de mudarte a un container?

¿Querés hacerte tu casa container?

+ Pros
  • Construcción rápida y económica.
  • Favorece el medioambiente. Ya hay prototipos 100% sustentables (Eco Suite Box).
  • Son amplios, resistentes y seguros.
  • Pueden ser transformados o ampliados con facilidad (hasta 5 pisos).
  • La portabilidad, ya que en algunos casos alquilan terrenos y luego pueden llevar su casa a otro lugar.
- Contras
  • A veces se necesita la combinación de varios contenedores.
  • Hay que invertir para darles un uso arquitectónico.
  • Requieren un mantenimiento para evitar su corrosión.
Expertos consultados: Daniel Bryn. Cofundador del estudio Suite Box. Martin Gonzalo. Director de Klauss Martin.
¿Qué pensás sobre este tipo de construcciones? Podés leer más sobre el tema en Construcción eco friendly
Leila Aisen

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