Volvieron los 90's

Quizás porque el exceso de información actual hace que todo pase más rápido y que no nos encariñemos con tantas cosas como antes (o porque tal vez sea necesaria cierta perspectiva que da el tiempo para empezar a extrañar), es que la nostalgia se convirtió en un buen aliado de las marcas y del marketing. Todos aquellos muy atentos a estas cuestiones de mercado saben bien cómo volver a insertar aquellos recuerdos en la vida real actual, y así es como de golpe, de un día para el otro, aparecen en la calle esas viejas zapatillas que no habíamos vuelto a ver, aquella prenda deportiva emblemática para la que ya no hace falta ser deportista, y los afiches nos avisan de que la banda sonora de nuestros asaltos vuelve para tocar sus grandes éxitos. Los 90 están más presentes que nunca, y no, no estamos hablando de política.

Las New Balance. Aunque la marca tenga más de 100 años, ni bien volvieron a aparecer las zapatillas de la N la memoria hizo link con los noventa, década de importaciones libres y poca o casi nula producción local de calzado. Hoy, con un precio que no baja de los mil pesos, volvieron con una licencia original (es decir, ya no dependen de viajeros que las traen clandestinamente), y son las favoritas de los treintañeros que cada tanto se calzan un par de zapatillas.

El collar tattoo. Increíblemente volvió eso que parecía un tatuaje pero que no lo era, y que en aquella época fue un furor adolescente, junto con los colgantes chupetes de acrílico (que todavía no volvieron, pero ya vendrán).

Las puperas y minishorts. Las primeras, que antes se llamaban remeras cortas o tops, en mayor o menor medida se siguieron usando durante todos estos años, pero ahora resulta imposible ir por la calle y no cruzarse con una, en mujeres de cualquier edad. En cuanto a los shorts que muestran más culo que ropa, agradezco no haber tenido una hija.

El buzo del Goyco. Si el de Italia ‘90 fue EL mundial de nuestras vidas para los que tenemos treinta y pocos, no me quiero imaginar si lo hubiésemos ganado. Y el buzo de Goycochea, reeditado por Adidas junto a otras camisetas vintage de la Selección Argentina, no hace más que recordar esa época en la que los arqueros usaban pilchas lindas y que les daban identidad.

Los jardineros. Ya no es necesario ser un rollinga ni combinarlas Topper blancas: el jardinero no sabe de grietas y las chicas lo usan para hacer los mandados en el chino o para ir a una fiesta.

Las camisas de franela. Muy a su pesar, Kurt Cobain puso de moda ciertas prendas agrupadas bajo el rótulo "grunge", algo que no era sólo música, y que incluía este tipo de camisas gamuzadas, heredadas del rock sureño y de Neil Young. En cuanto afloje el calor las vas a volver a ver por las calles, acordate.

Flúos y felpas. En los trajes de baño y en las remeras de hombres y mujeres, los colores flúo y los estampados pesados de felpa van al frente. Nada de minimalismo ni de discreción: imposible perderlos de noche.

Los jeans rotos. No se trata de los jeans rotos por el uso, sino de roturas prolijas y calculadas, que no hay que confundir con las calzas y pantalones con tajos finamente cortados en las rodillas (que son mucho más feos, por cierto).Large

Las medias rotas. La imagen reventada, mezcla de punkies y nümetaleros, está de regreso para ¿deleitarnos? la mirada. Con la pollera escocesa hacen el combo completo.

Los borcegos. Durante años fue imposible conseguir borceguíes como la gente, y no quedaba otra que recurrir a que algún viajero estuviera dispuesto a traer unos Dr. Martens. Al respecto, Joaquín Gotlib, Director de la marca en la Argentina, tiene una teoría interesante, casi similar a la del huevo o la gallina: "No trajimos a Dr. Martens porque hay un revival, sino por su fuerza actual como marca; pero es posible que su actualidad se deba a la fiebre por lo vintage".