¿Qué es el wwoofing? Viajá y hacé algo sustentable

Si siempre soñaste con viajar por el mundo, si estás cansada del ritmo de la ciudad y sentís que necesitás conectarte con algo más natural,¡atenta!, que esta puede ser tu oportunidad. Pensá en conocer gente local ¡de cualquier lugar del mundo!, gente que viva en casas sustentables, con huerta, granja o que se dediquen a la ecoconstrucción. Imaginate convivir con ellos y ayudarlos en sus actividades diarias. Compartir su vida, su casa, su mesa y su familia. A cambio, vos ponés tus ganas, tu fuerza y tu trabajo.

WWOOF es el acrónimo de World Wide Opportunities in Organic Farms, es decir, "oportunidades de voluntariado alrededor del mundo en granjas orgánicas".

El movimiento nació en 1971 en Gran Bretaña, cuando Sue Coppard (que por ese entonces trabajaba de secretaria en Londres) empezó a organizar, junto con amigos, escapadas de fin de semana a granjas orgánicas en las que el trabajo con la tierra les permitía un respiro de la vida de la ciudad.

Desde entonces, el movimiento creció alrededor de todo el mundo, y en el año 2000 se celebró la primera Conferencia Internacional de WWOOF. En este congreso se terminó de instalar esta red de organizaciones que facilita el contacto entre voluntarios y productores orgánicos.

WWOOF es una experiencia en la que los voluntarios ayudan a los productores y a cambio reciben alojamiento, manutención y la oportunidad de aprender acerca de un modo de vida sustentable.

Los WWOOFers no pagan por su estadía en las granjas, tampoco reciben ningún pago por su servicio más que el alojamiento y la comida.

Funciona como un intercambio en el que la mayor ganancia es la experiencia de participar de un modo de vida orgánico y sustentable y, para los dueños de casa, la ayuda en las tareas que están realizando.

Muchas veces, las actividades que te proponen tienen que ver con trabajo en agricultura (plantando, cosechando o desmalezando), pero dependiendo de cada lugar, la experiencia es diferente. Te podés encontrar trabajando en bioconstrucción, haciendo compost o alimentando animales en una granja.

Cualquiera puede ser WWOOFer, solo es necesario tener muchas ganas de trabajar y aprender sumadas a un sentimiento de responsabilidad. Enlistarse como voluntaria es muy sencillo y los pasos son parecidos en todos los países.

Lo primero es decidir a dónde viajar; en la Argentina hay varios hosts WWOOF (anfitriones) enlistados. Si estás pensando en hacer WWOOFing en el exterior, es conveniente que te contactes primero con la página local y hagas una experiencia previa dentro del país para tener una idea de qué esperar.

WWOOF Argentina tiene una página web muy simple. Para inscribirte como voluntaria, te piden una cuota de US$ 38 anuales que se usa para el mantenimiento del sitio. Una vez que generaste tu usuario (es importante que completes tu perfil con tus cualidades y preferencias), recibís el listado de anfitriones disponibles y te ponés en contacto con el que más te interese de acuerdo con el trabajo que quieras realizar y las fechas que tengan disponibles para recibir voluntarios.

1. Un WWOOFer no está de vacaciones, el trabajo es (muy) duro.

2. Si sos flexible con fechas y locaciones, es más fácil improvisar. Pero si tenés un tiempo limitado, organizate con mucha anticipación.

3.Pensá qué tipo de trabajo querés hacer: ¿querés trabajar en una granja?, ¿con animales?, ¿o preferís una plantación?

4.¿Querés convivir con otros WWOOFers o hacer la experiencia sola (hay anfitriones que aceptan solo un voluntario por vez y otros que aceptan hasta quince)?

5.A la hora de dormir, hay varias opciones. Podés llegar a un lugar donde cuentes con un espacio propio o te puede tocar dormir en carpa. Informate bien para no llevarte sorpresas.

Dana Fernández, 27 años, artista, Argentina.
"La información fluye durante todo el día y es de lo más diversa. El trabajo, el contacto con la gente distinta, el intercambio, todo hace a la experiencia. Yo lo hice solamente en Patagonia, y siento que eso me dio el impulso para poder proyectarme a otros lugares del mundo".

Irina Correa, 29 años, viajera, Italia.
"Lo que más hizo huella en mí fueron los vínculos que generé con personas de lugares tan lejanos y diferentes, con vidas e ideas distintas de las mías. Hacés grandes amigos cuando compartís el trabajo con ellos, ¡hasta conocí a mi novio haciendo WWOOFing!".

Kait Lau, 24 años, estudiante, EE. UU.
"Trabajé en construcción natural (con adobe), haciendo permacultura y en el cuidado de una huerta. Fue una experiencia hermosa y pienso repetirla. Estuve dos meses en la Patagonia y pienso que es una gran posibilidad de viajar por todo el mundo y conocer gente nueva".