Anoche fue la cena de fin de año del programa de radio. Fuimos todos. Locutor, editor, productores, columnistas… Buenísimo. El único inconveniente fue que la mesa era larga y finita. Sumado a un bullicio de restaurante, insoportable. Había que gritar para que te escucharan. De ahí fuimos a tomar un helado.
Adivinen. Mesa larga y finita. Hice un chiste/reclamo que fue: "Che, para eso es preferible hacer un sorteo, con quién te toca ir a cenar del staff y punto, si podemos hablar sólo con una persona."
Nadie me dio bola. Me sentí mi abuela pensando "no se puede conversar con este batifondo".
En esta nota: