Confesiones de Matías Martin, el periodista que quería ser Macaya Márquez y ahora se reivindica como un "padre del rock"; mirá las fotos y el video.
Por Leonardo Almanza / Fotos Fernando Dvoskin / Edición de moda Mariana Riveiro / Producción Luli Ballestrin
Conduce Basta de todo, el programa radial exitoso que está cumpliendo su novena temporada, siempre por FM Metro y que está moldeando un ciclo en su vida. Matías Martin, una de las voces más personales de la generación de treintaypico, se permite la inteligencia y aun la ternura y la emoción. Este mes, Matías es el hombre de tapa de la revista. Mirá las fotos y el video con el backstage con la producción.
MATÍAS DIXIT
Sobre su estilo periodístico.
"Hay una cosa de buena onda, sí, pero que tiene más que ver con el respeto. Creo que esa es la palabra. Ojo, a veces nos zarpamos y nos vamos a la mierda, pero es como si estuviera permitido. No es mala onda: es que a veces hacemos cosas incorrectas, pero siempre dentro de un contexto. Mirá, para mí la clave es la tolerancia, que es una de mis luchas diarias: escuchar al otro, respetarlo, bancarlo. Me sorprende y me asusta la intolerancia en la que se vive. Y entonces me permito sensibilizarme y hasta conmoverme con otras historias. No sólo es tirar piedras y gritar aaaaaahhhh".
Sobre Arde Troya, el programa de su propia productora. "Fue el que más me gustó, el que más habría visto como espectador. Me gustaba el contenido. Tampoco la pasé 10 mil puntos, porque además producía, y eso era muy cansador. Pero a la vez fue el programa que marcó el debut de Diego Ripoll al aire, de Gaby Schultz y Sebastián Wainraich como noteros, de Juan Minujín en televisión y hasta para Cabito también fue su primer programa: hubo mucho debut de gente que hoy valoro, me gusta, y me da orgullo que justo hayan largado ahí. Pero tener una productora también te demanda mucho".
Sobre su conducción de La Liga y la marginalidad. "Me encantó la temática, me gustó el lugar en el que yo quedaba parado. Y también me gustó entrevistar casos tan difíciles. Me encontré con un mundo que no conocía: la marginalidad. Hoy conozco todas las villas por dentro y la realidad social del país".
"Tenés contacto con el Estado ausente. La injusticia como medio de vida. Ves las condiciones en que viven en las villas, la desidia... Y nadie hace nada. Nadie hace naaaada. Encima, recién había nacido mi tercer hijo. Fue movilizante. Tener que hablar con desnutridos, con violados. Fue pesado".
Sobre el casamiento. "Lo súper recomiendo. Hay determinados momentos de la vida que son intransferibles: el nacimiento de un hijo, la muerte de un ser querido... son cuatro o cinco en total. En ese lugar de intransferible está el casamiento. Yo no lo tenía como eso. Lo tenía como "y para qué, si no cambia nada, qué sentido tiene".
Sobre la paternidad. "Me parece que ya hay padres del rock. Cuando éramos chicos, nuestros padres no escuchaban ese tipo de música. Pero nosotros, que ya tenemos hijos, siempre escuchamos rock: algunos fuman porros, van a fiestas electrónicas y a recitales. Me parece que hay otro perfil de padre de 40. Y yo soy un padre del rock. Sí, es posible que de 40 a 50 esté igual que hora, pero un poquito más careta también estás, es inevitable. Tengo tres hijos, boludo. Igual, sí, tengo un estilo definido".
Sobre el futuro. "Me cuesta mucho imaginarme lo que todavía no pasó. Y cuando yo tenga 50, Luca va a tener 20, y mi hija ya tendrá 14 o 15. Calculo que estaré trabajando de esto, que es lo que más me gusta. Y tal vez me busque una manera de resolver mis gastos fijos y me vaya a vivir un poco más lejos".
Mirá el video del backstage: